40. ¡Nos vamos de compras!

8.4K 454 163
                                    




           

Parece que la vida ha vuelto a sonreírle a Clarke, después de ese tiempo en el que se sintió perdida, después de mantener durante unos años una vida que nunca le ha hecho feliz, ahora la rubia no puede dejar de sonreír, y la imagen de una Lexa con su pijama de Disney, con la cara y las manos llenas de harina, resoplando, yendo de aquí para allá en la cocina intentando prepararle unas tortitas que según la castaña deben estar a su altura, no puede dejar de incrementar esa sonrisa.

-         Lexa en serio, no es necesario – dice entre carcajadas al ver la frustración de la ojiverde cuando ya va por su quinta tortita quemada.

-         Te mereces el mejor desayuno del mundo Clarke y quiero ser capaz de hacértelo – Lexa coge la sartén demasiado cerca y sin querer se quema propinando un grito por el escozor - ¡Joder! ¡Esto no puede ser tan difícil! No entiendo esta vitro cerámica, creo que se ha compinchado con la sartén y ambas están en mi contra.

-         No sueles cocinar mucho ¿no? – Clarke no puede evitar partirse de risa aunque Lexa la mire ahora mismo con cara de odio por estar riéndose de ella – lo siento, lo siento, pero es bastante gracioso ver tu cara de frustrada llena de harina.

-         No tiene gracia Griffin, y no, no suelo cocinar mucho, soy más de pedir la comida o acercarme hasta algún restaurante – sigue intentando que la sexta tortita no se le queme - ¡Por fin! – exclama victoriosa sacándola de la sartén rápidamente – espero que al menos esté buena – le ofrece a Clarke el plato con la tortita poniéndole nata por encima y ésta la mira con el ceño fruncido.

-         ¿Estás segura de que no va a matarme? – la rubia vuelve a estallar en carcajadas cuando Lexa le da en la cara con un trapo.

-         Serás...ahora lo entiendo todo, tú también formas parte del complot ¿verdad?

Clarke no puede parar de reírse y casi se cae del taburete en el que está sentada por ese ataque tan incontrolable, Lexa le ofrece un tenedor y la rubia lo coge, partiendo un trocito de la tortita, llevándoselo a la boca. Lexa la mira expectante mientras la rubia saborea en silencio esperando que sea lo más asqueroso que ha probado en su vida y tener que poner alguna cara para disimularlo.

-         ¿Y bien? – pregunta la castaña algo nerviosa.

-         Sorprendentemente...está riquísima – dice sonriéndole aún con la boca llena, sorprendiéndose ella misma de que realmente lo está.

-         ¿Sí? ¿De verdad? ¡Bien por mí! – exclama Lexa dando saltitos de felicidad aplaudiendo, provocando que Clarke vuelva a reírse, pero esta vez por lo adorable que le parece la castaña y su baile de la felicidad.

-         Toma, prueba un trozo – le ofrece un trozo y Lexa coge el tenedor mirándola a los ojos.

Mira unos segundos ese trozo de tortita y dibuja una seductora sonrisa mirando de nuevo a Clarke. Lexa acerca el tenedor a la boca de Clarke, y la rubia algo sorprendida tarda unos segundos en aceptarlo. En cuanto Clarke lo mete en su boca chupando sensualmente el tenedor sin dejar de mirar los atentos y brillantes ojos de Lexa, suelta un sonoro gemido, estremeciendo a la ojiverde, que ni corta ni perezosa, se abalanza a sus labios, saboreando la nata y el gusto de esa tortita en la boca de la rubia.

-         Pues sí, está riquísima – le da otro suave beso sonriendo sobre sus labios y se acerca de nuevo hacia la sartén para hacer más de esas ricas tortitas ahora que por fin ha conseguido encontrar el punto para que no se le quemen.

Después del suculento desayuno, de muchas risas y muchos besos robados entre más sonrisas, ambas se dan una ducha conjunta que acaba entre arrumacos, caricias y algún que otro dulce y mojado orgasmo.

Adicción ProhibidaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora