Adicción Prohibida

15. Espera, ¿me has escuchado?

                  

Clarke contempla a Lexa en silencio, acariciándole la mano, aunque esté inconsciente, quiere que sepa que está allí junto a ella. El viaje en la ambulancia está siendo rápido y algo ajetreado, la vida de la camarera corre peligro ya que después de hacerle algunas pruebas táctiles, los paramédicos se dieron cuenta de que tiene varias costillas fracturadas, entre otras cosas, y que cabe la posibilidad de que tenga una hemorragia interna debida a los fuertes golpes. Aunque está desmayada, le dan un sedante para que no se despierte muerta de dolor de camino al hospital. Cuando llegan, bajan rápidamente a Lexa ingresándola de urgencia y Clarke se sienta en la sala de espera, notando como aún le tiemblan las manos por los nervios, tiene rastros de la sangre de Lexa en ellas. Decide que debe llamar a Bellamy, no tiene ni idea de cómo va a explicarle porque ha ido a ver a Lexa, aunque en ese momento, es lo que menos le importa, solo quiere que la camarera salga de esta y se ponga bien.

Coge su móvil y marca el teléfono de Bellamy.

-         Hola cariño – dice él al descolgar – ¿ocurre algo? – pregunta al ver lo tarde que es.

-         Bell es...es...Lexa, está en el hospital – dice sin más miramientos con la voz temblorosa.

-         ¿Qué? ¿Qué ha pasado? – pregunta nervioso.

-         Le han pegado una paliza Bell, está...está bastante mal – dice notando como empieza a llorar de nuevo.

-         Dime en que hospital está y voy enseguida.

-         En el Lincoln Center, estoy en la sala de espera, la han metido de urgencia, creen que puede tener secuelas internas.

-         Voy ahora mismo – cuelga el teléfono sin dejarla decir nada más.

Clarke observa cómo la llamada se cuelga, guarda su teléfono y se lleva las manos a la cara, intentando frenar las lágrimas que no dejan de caer por su rostro, está tan preocupada por ella. Se maldice a sí misma por no haber cogido a los cabrones que le han hecho eso, pero cuando la vio ahí tirada, llena de sangre y retorciéndose de dolor, su corazón se paró, cuando se acercó a ella y vio sus ojos perdidos, la manera en la que se la quedó mirando, notando como si la vida se escapara de ella, sintió que la perdía y el dolor se clavó en su pecho, sus sentimientos por ella son mucho más fuertes de lo que jamás había imaginado.

Sin siquiera darse cuenta del tiempo que ha pasado, mirando a un punto fijo sin mirar, solo pensando en su camarera y en lo mucho que debe estar sufriendo, Bellamy cruza corriendo la puerta del hospital.

-         Clarke, Clarke, estoy aquí – dice acercándose a ella, zarandeándola suavemente ya que la rubia ni siquiera lo ha visto.

Por fin es capaz y levanta ligeramente la mirada, viendo a su novio que la mira atónito.

-         Bellamy... - dice en un suspiro, levantándose.

Los dos se funden en un abrazo, fortaleciéndose mutuamente.

-         ¿Dónde está? ¿Dónde está mi hermana? – pregunta cuándo se separan.

-         No lo sé, no ha salido ningún médico aún – se toca el pelo nerviosa, mirando hacia la puerta de quirófanos.

-         Espera aquí, voy a preguntar en recepción.

Observa cómo Bellamy se acerca al mostrador y habla con una de las enfermeras. A los pocos segundos, un médico cruza las puertas por donde habían metido a Lexa.

-         ¿Familiares de Alexandra Blake?

Clarke levanta la mirada de nuevo y mira a Bellamy, que se acerca rápidamente.