II. La Cabaña

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La mañana del sábado nos despertamos temprano para alistamos para después irnos a la cabaña, como no tenemos auto realizaremos el viaje en bicicleta, cada uno llevara una mochila para viajes cargada con todo lo necesario. Ir en bicicleta es una parte de nuestra aventura porque así podremos disfrutar más del hermoso paisaje que veremos, y además una vez que dejemos la carretera, tomaremos un camino que pasa a través del bosque por el cual solo los autos con doble tracción y en bicicleta de montaña podrían atravesar.

¿Ya están listos? — Pregunta Edgar que está bastante entusiasmado por salir.

 Ya casi solo falta atar bien las mochilas en la parrilla de la bici. — Jesús y yo tenemos problemas para atar las mochilas ya que están un poco más grandes que la de Edgar, pero menos importante porque Edgar lleva la comida enlatada.

Después de pelearnos con las mochilas, estaba todo listo para por fin emprender nuestro viaje, Jesús estaba comprobando que nada se nos olvidara y por fin después de 5 minutos de pensar en algo que se nos podría haber olvidado, empezamos a pedalear hacia nuestro destino.

Salir del departamento fue una tarea bastante difícil, porque este está en el último piso del edificio y teníamos que bajar con unas bicicletas que a pesar de no ser muy pesadas llevamos una mochilas que deberían de pesar por lo menos 10 kg cada una, y lo peor de todo el edificio no cuenta con elevador. Al llegar a la calle tomamos la carretera de doble sentido que esta junto al mar, pasear por el malecón siempre es muy hermoso, en especial escuchar el bello sonido de las olas y las gaviotas que lo convierten en algo muy relajante, seguimos pedaleando por toda la orilla del malecón esquivando a las personas que se levantan temprano para ir a correr, y mirando de vez en cuando al otro lado para ver los diferentes hoteles que están abarrotados de visitantes de países del norte que escapan del invierno, cuando llegamos al final del malecón tomamos una carretera que nos lleva directo a una autopista de 6 carriles que es la que lleva a la cabaña, y ahorrarnos un poco el esfuerzo.

Recorrimos aproximadamente 15 km por la autopista antes de llegar al camino que llega hasta la cabaña, estaba pavimentado y en perfecto estado, pero nosotros estábamos decididos en tomar el camino que estaba junto a este que atraviesa el bosque, sin pensarlo lo tomamos y no pasaron ni 5 minutos cuando nos vimos rodeados de árboles que tapan todos los rayos del sol, el camino está un poco turbio pero no es nada que no podamos manejar, aunque si es un poco cansado porque esta colina arriba, después de 10 minutos decidimos continuar el camino a pie, mientras más avanzábamos más se podía escuchar el sonido de un arroyo, cuando doblamos a la derecha en la siguiente curva, vimos un claro en el que se veía un puente de madera que pasaba por encima de una corriente de agua tan clara que incluso se podían ver los pequeños peces que nadaban en ella.

 ¿Qué les parece si nos quedamos a descansar un rato aquí?  Les pregunte a Jesús y a Edgar que asintieron con la cabeza, que se veía tan asombrados como yo por este lugar.

Edgar nos pasó algunos aperitivos que tenía guardados dentro de su mochila para disfrutarlos mientras estábamos ahí.

 Podría quedarme a vivir en este lugar. — comento Jesús que fue como si nos estuviera leyendo la mente.

 Yo igual. — Le respondió Edgar que fue hacia el arroyo para contemplarlo de más cerca - que genial se ve esto, se ve muy claro, deberíamos venir otro día a bañarnos aquí, ¿no crees Armando?

 La verdad que sí, se me antoja mucho aventarme ahorita, aunque no está muy hondo, le calculo como 60 cm de profundidad.

Jesús se había terminado lo que estaba comiendo y se fue acercando a donde estábamos Edgar y yo.

Pues en las mochilas tenemos los trajes de baño, podemos usarlos para meternos, ¿ustedes que opinan?

Edgar y yo nos miramos fijamente y lo meditamos por un segundo, hasta que por fin conteste.

 Creo que no es buena idea, porque todavía no llegamos a la cabaña no sabemos qué tan lejos este, además ya son las 4 de la tarde y oscurece como a las 6:40. Será mejor que nos vayamos antes de que se nos haga de noche.

 Tienes razón, hay que darnos prisa.

Recogimos nuestras cosas y nos fuimos caminando con las bicis a lado nuestro, caminamos por otros 10 minutos cuando al cruzar una pequeña loma por fin pudimos ver la cabaña, era completamente de madera de un color colorado natural, y tenía ventanas muy altas que al parecer eran de un segundo piso que no sabíamos que tenía, se veía muy amplia por encima del techo se asomaba una chimenea que al parecer era de piedra.

Al llegar a la puerta Jesús saco una llave de su bolsillo para abrir la puerta, y con unos cuantos giros esta se abrió dejando ver el interior de una cabaña bastante elegante, que al parecer pertenece a alguien con bastante dinero, a la Izquierda se encuentra la sala cuenta con 1 sofá en frente de la chimenea, dos sillones y una mesita de cristal en medio, los sillones y el sofá están tapizados, al otro lado de la cabaña se encuentra la cocina y un comedor de 6 sillas, la cocina es de estilo clásico con estufa y 3 cajones a los lados y 3 encima, pero esta no contaba con refrigerador. Y por fin al fondo se encontraba el baño, al entrar nos quedamos sorprendidos cuenta con un jacuzzi en el que seguro cabremos los 3, una tina, un retrete y un lavamanos.

Cuando terminamos de ver por completo el primer piso decidimos ir hacia arriba para ver que tenía, era solo un cuarto bastante grande con una puerta para ir a un balcón desde donde se podía ver el bosque que rodea la cabaña, y por dentro cuanta con una cama matrimonial y 3 individuales que al parecer son para una familia de 5 personas, lo demás de la habitación eran varios cuadros que adornaban las paredes un closet que abarcaba la mitad de la pared y 4 cajones uno en cada lado de las camas.

 Como le hiciste para conseguir esta cabaña Armando  Me pregunto Jesús que estaba sorprendido al igual que Edgar y yo por la increíble cabaña que había conseguido.

 Un amigo de la escuela me dijo que me iba a rentar una cabaña para que pudiéramos pasar las vacaciones, pero por el precio que me pidió, pensé que iba ser una cabaña más modesta que esta.

 Nos sacamos la lotería con esta cabaña, nos la pasaremos de lujo todo el invierno aquí.

 Yo quiero la cama grande, dijo Edgar que se encaminaba para ganar la cama más grande y de un pequeño brinco se acostó en el enorme espacio.

 ¡Maldito!, le grito Jesús que ya se dirigía hacia esa cama.

— Te dormiste, no reaccionaste a tiempo, pon un poco de música en la radio Armando. 
 me dijo Edgar antes de que Jesús le contestara para cambiar de tema.

 Si está bien, deja la saco, porque está dentro de la mochila.

Sin más comentarios pasamos un largo rato escuchando música y comiendo algunos alimentos que no necesitaban se cocinados porque estábamos muy cansados como para prepararnos algo, así estuvimos hasta altas horas de la noche, platicando sobre las muchachas guapas de la universidad, aunque yo no tuve muchas mujeres de las que hablar porque en la facultad de ingeniería siempre hay pocas mujeres. Después de platicar un rato sobre este tema los 3 quedamos profundamente dormidos.







Pandemia Z [COMPLETA]Where stories live. Discover now