VI. Supermercado

337 38 1
                                    

Nos despertamos y sin siquiera desayunar nos fuimos directo al supermercado a comprar comida, agua, y otras cosas que nos podrían ser de utilidad. Tomamos un taxi parar llegar lo más pronto posible, pero las carreteras estaban intransitables, al parecer todos habían tenido la misma idea que nosotros, el taxi se detuvo tan solo a un par de kilómetros de donde lo habíamos tomado, como vimos que el taxi no avanzaba mucho decidimos seguir a pie, total solo faltaba unos 4 kilómetros para llegar, caminamos a largas zancadas y sin detenernos para no perder tiempo, por el camino nos topamos con varios retenes de soldados que eran los que ocasionaban todo el tráfico, porque detenían a todos y cada uno de los autos que pasaban por allí.

Tras unos minutos caminando, decidimos tomar un atajo por un callejón, no era la primera vez que lo utilizábamos, anteriormente lo utilizamos cuando estábamos recorriendo la ciudad la primera vez que vinimos aquí, a la mitad del camino nos topamos con un vagabundo que estaba bebiendo una botella de licor, ninguno de nosotros hizo contacto visual con él, pero de repente empezó a hablar:

 El fin se acerca mis amigos, el infierno reclamara esta tierra que está podrida al igual que nosotros y no habrá nada que podamos hacer, es mejor esperar a que todo acabe, para que gastar energías tratando de evitar lo inevitable, nosotros causaremos nuestra propia destrucción, JA-JA-JA-JA.

No le prestamos mucha atención al señor, pero debo admitir que, si me asusto, y espero se equivoque, porque las cosas pintan a que él tiene razón.

Por fin llegamos al supermercado y como lo había comentado Edgar antes de llegar el supermercado estaba hasta el tope de gente que quería entrar para hacer sus compras, y eso que llegamos media hora antes de que abrieran, pero al parecer otros tuvieron esa misma idea, lo bueno que esta tienda es bastante grande así que dudo mucho que todo lo útil se termine. Al abrir la gente entro de golpe empujándose unos a otros, nosotros fuimos de los últimos en entrar para no quedar atrapados en la avalancha de gente, apenas alcanzamos carrito, a este le faltaba una llanta, pero servía para lo que necesitamos. Caminamos rápidamente directo a la comida enlatada, y tomamos: latas de maíz dulce, latas de durazno, de mango, todas las latas de frijol que quedaban, algunas de almíbar, unas cuantas de lentejas y más de 10 latas de atún. Cuando terminamos con las latas nos dirigimos a los productos de higiene y tomamos la cantidad que se nos hizo necesaria de papel de baño y jabón, cuando fuimos a los garrafales de agua notamos que todos ya se los habían llevado, al parecer otros fueron más listos que nosotros y se dirigieron ahí primero, así que nos vimos forzados a comprar algunos galones de 10 litros. Agregamos unas cuantas cosas a nuestro carrito y fuimos a pagar para poder retirarnos antes de que se vuelva un completo caos aquí.

Salimos del supermercado satisfechos con lo que habíamos comprado y todavía nos sobro un poco de dinero extra, pero nos tuvimos que robar el carrito porque era imposible cargar con todas lo que habíamos comprado. Al regresar a casa tomamos una ruta larga que pasa a través de unos tianguis por si veíamos alguna cosa que nos podría ser de utilidad. Pasamos por algunos puestos de ropa, algunos puestos que vendían chacharitas y otros que vendían celulares, solo nos detuvimos a comprar unas baterías recargables para la radio, sin más que comprar nos decidimos a regresar ahora si a nuestro departamento y esperar a ver qué pasa.

Llevábamos un par de minutos de haber salido de los tianguis cuando de repente, empezaron a escucharse balazos a lo lejos.

 ¿Que chingados es eso? — pregunte sin dirigirme a nadie.

 No sé, alguien se intentó robar algo. — Respondió Kechu que me miró fijamente.

 Será mejor irnos, por si es algo peor.

 Por aquí hay una electrónica cerca se me acaba de ocurrir algo.

Les comenté lo que se me acababa de ocurrir y ambos estuvieron de acuerdo conmigo, así que nos dirigimos a la electrónica que esta por aquí cerca y se encuentra a tan 20 minutos a pie del departamento y compramos un dinamo, una porta pilas, un led y un diodo, así tendremos un cargador de baterías casero para cualquier emergencia.

Compramos todo lo que se nos hizo necesario y regresamos al departamento. El camino de regreso desde ese punto fue tranquilo porque tomamos un camino que es poco transitado, llegamos muy rápido, subimos el carrito lo subieron Jesús y Edgar y yo lleve dos galones de agua y lo que había comprado en la electrónica, para que no se dañara si lo metíamos entre el montón de cosas. Deje las cosas en el suelo, saque las llaves de mi bolsillo, y la introduje en la puerta para abrirla y por fin entrar a descansar un rato de este día, pensé que no habíamos durado ni dos horas ahí afuera, pero al parecer duramos más de 4.

Llegamos y guardamos todo en los cajones de la cocina y algunas otras cosas en una habitación, al terminar de guardar todo yo me puse a armar el cargador de baterías en la mesa de la cocina para estar más cerca de la tele, mientras que Kechu y Edgar se pusieron a ver la tele, últimamente solo están pasando comerciales militares, solo dan avisos de que tenemos que ir a los puntos seguros que están en la ciudad, incluso aquí hay uno, y no está muy lejos del departamento tan solo a un par de kilómetros por el malecón en una plaza comercial, pero nosotros estamos decididos a no ir a ese lugar porque creemos que debe ser un completo caos con tantas personas en un mismo lugar.

El día se fue volando, no pasó nada interesante en la tele, solo las mismas noticias de los soldados y algunos sucesos en otros países, es como si los medios de comunicación no quisieran que nos enteremos de algo que está pasando y lo estuvieran disfrazando con una supuesta enfermedad, pero, ¿que será eso que tratan de ocultar?, es lo que me he estado preguntando desde hace tiempo.

Estábamos a punto de apagar la tele e irnos a acostar cuando de pronto salió un comunicado, pero esta vez no era de militares, sino que él era del presidente así que nos quedamos a escucharlo para ver que tenía que decir.

"Por este medio les quiero infirmar que a partir de las 9 de la mañana será obligatorio ir a los puntos seguros que están por la ciudad, esto con el fin de preservar la salud de los individuos, no asistir será penado con cárcel y si opone resistencia las autoridades están autorizadas para registrar todas las viviendas y utilizar la fuerza si es necesario. Estamos atravesando un momento difícil y esperamos el apoyo y la participación de todos para salir adelante. Gracias por su compresión y hasta la próxima."

 Que pendejada es esta, no nos pueden obligar a ir a ese lugar nomas porque se les dé la gana. — Nos dijo Edgar que estaba furioso por la noticia que acabamos de ver.

 Ya sé, no saben ni lo que están haciendo, eso solo ocasionara que en toda la ciudad se haga un desmadre por todas las personas que van a tener que trasladarse a esos lugares. — le respondí a Edgar

 Lo peor de todo es que ya habíamos comprado todo lo necesario para quedarnos aquí un buen tiempo y salen con esto.

 Si, fue un desperdicio de dinero entonces, no debimos haber comprado todo esto, si no lo vamos a necesitar.

 No, creo que fuera mala idea, algo se nos ocurrirá después.

 Creo que sería buena idea ir y escaparnos a la mínima oportunidad, ¿qué les parece? Nos preguntó Kechu, que nos miraba seriamente.

— Me parece estupendo, el más cerca de aquí es el que está en la plaza, y no sabemos cómo estén instalados ni que tanta seguridad haya ahí.

 Eso lo averiguaremos después, por ahora lo importante es ocultar todo para que no se lo robe nadie. — Les comenté para que dejáramos de lado como escaparíamos del punto seguro.

Escondimos todo un tinaco de agua, que, aunque no era muy grande cabía todo perfectamente, pero aun seguíamos preocupados porque no sabíamos cómo íbamos a escapar, y mucho menos como era en el punto seguro, así que mejor nos fuimos a dormir y mañana lo averiguaríamos, lo importante era que mañana teníamos que estar unidos, ante todo.  



Pandemia Z [COMPLETA]Where stories live. Discover now