XXI. La Fábrica

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Ha llegado el día donde vamos a salir nuevamente y la verdad estoy muy nervioso al respecto, la idea de volver a salir hace que sienta mi cuerpo pesado y me siento muy agitado, pero la emoción que siento por estar ahí afuera de nuevo es aún mayor que todos los demás sentimientos, sin duda había cambiado mucho en estos últimos meses e incluso pienso que me siento más a gusto allá afuera en el peligro, que estar aquí adentro a salvo.

Nos despertamos a las cinco de la madrugada y desayunamos algo ligero y al terminar nos dirigimos al centro de la fortaleza donde está la fogata donde todos se reúnen, esperamos a Logan unos minutos hasta que llego, no se veía cansado a diferencia de nosotros que ya nos estábamos acostumbrando a levantarnos muy tarde. Llevábamos algunas mochilas para recoger la comida y solo teníamos dos armas y el arco de Rafael para defendernos, los demás llevábamos garrotes de madera que hicimos durante la semana.

Después de comprobar que no nos faltaba nada nos dirigimos a la muralla para ver si podíamos salir, comprobamos que no había zombis cerca y pusimos la escalera al otro lado de la muralla para bajar. Carlos se quedó al otro lado para subir la escalera una vez que todos bajamos, rodeamos la muralla en dirección contraria a la primera vez que llegamos aquí, Carlos se despidió con la mano y se quedó mirando cómo nos alejábamos. Llegamos al otro lado de la muralla y vimos un almacén donde guardaban los autos, estaba un poco alejado de la muralla, pero no había ningún peligro cercano, así que llegamos sin ningún problema, era raro no ver ningún zombi cerca por aquí, normalmente todos los lugares a los que íbamos había zombis, había llegado a creer que los zombis podían olernos a kilómetros de distancia.

Logan abrió el almacén y entramos, era bastante grande incluso con el auto, la camioneta y el camión de mudanzas quedaba bastante espacio, Logan y Edgar se dirigieron al camión y el resto nos dirigimos a la camioneta, no queríamos ir en el auto, porque la camioneta tiene mejor suspensión y doble transmisión para caminos peligrosos. Logan arranco primero y después nosotros le seguimos el paso, yo iba manejando la camioneta y Logan el camión, me imagine que Edgar debía estar un poco molesto debido a que a él le encanta manejar y no se siente a gusto siendo el copiloto, por mi parte si me gusta manejar, pero siempre me da sueño al hacerlo.

Avanzamos por el camino que esta frente a la entrada de la muralla y nos despedimos de Carlos que seguía encima del muro, el camino estaba en mucho mejor estado que el que habíamos tomado para llegar a la muralla, pero igual de largo, tardamos por lo menos unos diez minutos para poder llegar a una carretera, creí que también llegaríamos a la autopista por este camino pero no era así, llegamos a la carretera y doblamos a la derecha, era una carretera bastante vieja tenia grietas y estaba cubierta de sácate por los lados, prácticamente teníamos que ir por el puro centro de la carretera por que el sácate llegaba hasta la mitad del carril por los dos lados.

Recorrimos un par de Kilómetros por esa carretera hasta que por fin llegamos a la autopista nuevamente, doblamos a la izquierda en dirección contraria al camino que tomamos para llegar a la muralla, y Logan empezó a acelerar bastante casi hasta llegar a los cien kilómetros por hora, me imagine que la fábrica debía estar bastante lejos, y aceleraba para llegar rápido y que no se nos haga tarde.

 ¿Que tan lejos está la fábrica Rafael? — Le pregunte para romper el silencio.

 Esta en la siguiente ciudad, a unos cien kilómetros.

 ¿En serio?, está bastante lejos, nos tomara por lo menos una hora y media llegar, por eso Logan acelero el paso.

 Una vez intentamos ir él y yo, pero nos tuvimos que regresar, porque el lugar estaba lleno de zombis, era demasiado peligroso, pero de eso ha pasado más de un mes y tenemos la esperanza de que ya se hayan ido.

Pandemia Z [COMPLETA]Место, где живут истории. Откройте их для себя