XXXV: Generador

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Mi turno cuidando la puerta paso sin tener algún problema, tampoco pude ver que tuviéramos una oportunidad de salir. Después de mi el turno de vigilar fue de Kechu, que se levantó de un salto de donde estaba sentado y se dirigió a tomar mi lugar, mientras que yo me fui a sentar donde él estaba.

Los minuto pasaban y la tensión entre nosotros estaba aumentando considerablemente, solo cruzábamos miradas sin decirnos nada, pero podía ver la frustración en sus rostros, yo me sentía igual que ellos, era indignarte que nos quedáramos atrapados en el centro comercial a tan solo unos minutos de haber salido de la catedral, me puse de pie y salí a recorrer el lugar para ver si encontraba algo en que entretenerme, pero en cuanto lo hice Kechu nos llamó para que nos pusiéramos en guardia, porque al parecer los zombis ya se estaban alejando del lugar, o eso aparentaba, miramos por el agujero de la puerta y muchos zombis ya había desaparecido quedando tan solo unos cuantos rezagados.

Nos miramos unos minutos y poco a poco empecé a abrir la puerta sacando la cabeza para mirar si quedaban zombis cerca, después de ver salimos uno por uno a los pasillos del centro comercial en el área de alimentos se podía ver un zombi, pero no le prestamos atención ya que no estaba mirando hacia nosotros, nos dirigimos a la zona de deportes donde tomamos unos bates por si teníamos que matar algunos zombis sigilosamente. Unos zombis nos aparecieron por enfrente y nos tumbamos al suelo, para que siguieran de largo, pero estos no lo hicieron y se lanzaron hacia nosotros gruñendo y con los brazos estirados, nos levantamos de un salto y embestimos contra ellos, tres zombis contra nosotros cinco fueron muy pocos, los acabamos con un par de golpes, el primero para derribar los y el segundo fue un remate cuando ya estaban en el suelo, el que puso un poco más de resistencia fue el que matamos entre José y yo, era un sujeto muy gordo sin cuello con un brazo anteriormente arrancado y medio desnudo solo cubierto por un short playero, tuvimos que darle casi diez golpes en la cabeza para que dejara de moverse completamente.

Los zombis escucharon el ruido que hicimos y como animales salvajes se fueron acercando a nosotros en bola, les dije a todos que retrocedieran para hacer de carnada mientras ellos escapaban, me trepe en el estante de mi izquierda y empecé a hacer un poco de ruido para atraer a la mayor cantidad de zombis posible, salte al siguiente estante, perdí el equilibrio por un instante pero me pude mantener arriba, desde ahí podía ver como todos los zombis iban en mi dirección sin darse cuenta de la presencia de los demás, salte dos estante más y me detuve para esperar a los zombis, me mantenía con mucho cuidado, porque los estantes están hechos de material no muy resistente y se podrían quebrar en cualquier momento si daba un paso mal.

Los primeros zombis llegaron chocando directamente con el estante haciéndolo tambalear, seguían llegando más lo empezaron a empujar hasta la pared, incluso se llevaron otros dos estantes que estaban después de en el que estoy, algunos todavía tenían cosas que antes vendían ahí, cosas que no sirven en una crisis mundial, los estantes golpearon en la pared, mis posibilidades de escape se había cerrado, los zombis estaban rodeando los estantes de extremo a extremo, no eran muchos pero si los suficientes como para encerrarme, alrededor de sesenta zombis intentaban comerme. Una mujer joven de algunos treinta años, con un vestido azul cielo con flores empezó a escalar hasta donde estaba, asomo su cabeza por encima del estante y en cuanto lo hizo me acerque a ella y le di un batazo con todo para derribar la, pero después de ella, le siguieron más, muchos zombis intentaban subir hasta donde me encontraba yo, podía derribar los, pero por las partes más alejadas de mí, se habían subido otros, pero por suerte los demás ya habían salido, los alcance a ver por lo alto, derribe al zombis de mi izquierda seguido por el que me llego por la espalda.

Un zombi que escalo por mi lado, tomo mi pierna y empezó a tirar hacia él, intentaste acercarme para morderme, caí de espalda y los estantes casi se rompen, la fuerza del zombi hacia que me resultara muy difícil pelear con él, saque mi metralleta, pero el zombi alcanzo a morderme en la punta del zapato justo antes de que una bala atravesara su cráneo haciéndolo caer hacia los demás zombis, el eco de la bala se escuchó por todo el lugar, fue un ruido muy ensordecedor, todo había terminado para mí, me habían mordido, sería mi fin.

Me senté y me recargue en la pared, esperando a que los zombis se acerquen para volarme la cabeza, pero por la puerta el sandcat atravesó la puerta de la entrada derribando la reja que le estorbaba, rápidamente empezó a derribar los estantes que se encontraba en el camino, llego hasta donde estaba atropellando a los zombis, se detuvo a unos cuantos metros de donde me encontraba, rápidamente me incorpore y de un salto llegue al techo del vehículo, me sujete de la cabina que sale por encima del techo y el vehículo empezó a retroceder muy rápido, los zombis nos siguieron de cerca y algunos intentaban trepar al vehículo, pero cayeron cuando el sandcat volvió a acelerar, atravesó los estantes que se encontraban en el suelo como si nada, pero el ultimo que golpeo, se partió a la mitad y unos de los trozos de aluminio me rajo el brazo derecho, haciéndome una cortada que me cubría desde el antebrazo hasta el hombro, apenas pude sostenerme del vehículo, llegando a la puerta se detuvo y Kechu salió por la puerta derecha y Edgar por la izquierda para cubrirme, baje de un salto del vehículo hacia donde se encontraba Kechu y me metí rápidamente el dolor de la cortada era inaguantable, nos metimos todos al vehículo y Alex reanudo la marcha, José tomo de unos de los compartimientos del vehículo algunas vendas que había guardado y me las paso, Kechu me empezó a meter la venda a la herida y a envolverme el brazo en ella, pero solo pudo cubrirme hasta el codo dejando unos diez centímetros al descubierto, me quite el chaleco aguantando el dolor al levantar el brazo y rompí mi camisa para poder cubrir la parte del brazo que me restaba, me recosté en el asiento y me tranquilice un poco, por suerte para mí, no estaba perdiendo mucha sangre, pero tenía que recibir sutura pronto, pero antes de eso debíamos encontrar un generador de electricidad.

Ya en la carretera Alex empezó a buscar un lugar más pequeño donde pudiéramos encontrar un generador que nos sirviera, pasamos algunas farmacias y tiendas, pero no nos convencía como para buscar, además de que ya estaban saqueadas desde hace mucho tiempo, hasta que llegamos a un minisúper decidimos detenernos, estaba cerrado con la puerta de cristal, pero Alex la atravesó con el vehículo metiéndose y atropellando todo lo que se encontraba en el camino, abrieron las puertas y salieron mientras que yo me quede dentro porque no sería de mucha ayuda al contrario solo estorbaría y podía perder mucha más sangre si me movía mucho.

Constantemente miraba hacia atrás por si los zombis llegaban poder avisar a los demás, pero los habíamos dejado muy atrás no creía que nos pudieran alcanzar tan pronto, después de un rato, volvieron al vehículo con un generador lo suficientemente pequeño como para poderlo cargar entre dos personas, entraron al vehículo y dejaron el generador en la parte trasera del sandcat, Alex encendió de nuevo el vehículo y dio marcha atrás para salir del minisúper, en cuanto salimos los zombis que estaban en el centro comercial y otros más chocaron contra el sandcat cuanto este se detuvo para dar marcha hacia adelante, solo vi los ojos blancos de los zombis cuando miraron por la ventana, no podía dejar de sentir lastima por todas esas personas que han muerto desde que empezó todo, niños, adultos, ancianos, mujeres, negros, blancos, asiáticos, eso no importaba ahora, es como si el mundo se hubiera cansado del hombre y mandara a exterminarlo, tal vez nosotros no deberíamos ni de existir, tal vez lo zombis no son la plaga, si no la solución a la plaga que somos nosotros.

Mi cuerpo se empezó a sentir pesado y los ojos me daban vueltas, no podía enfocarme en nada, sentía un poco de frio y estaba perdiendo mucha sangre, necesitaba que me cocieran el brazo ya.

 ¿Que tienes Armando? — Me dijo Kechu, con voz preocupada.

 Me siento mareado. — Le respondí en voz muy baja.

 ¡Date prisa Alex!

 Sujeten se acelerare hasta el fondo.

tras esas palabras me acosté en el asiento y me empecé a quedar dormido, sentía un poco como Edgar y Kechu me empezaron a gritar cosas que no alcance a entender muy bien, ya que me quede profundamente dormido. 

Pandemia Z [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora