XI. La autopista

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Desperté de un salto por una pesadilla que tuve mientras dormía, sobre como unos zombis nos habían rodeado en el departamento y nos empezaron a devorarnos a los tres, mi corazón latía muy deprisa pero poco a poco me estaba calmando. A mi lado estaba Kechu en una de las camas individuales de la cabaña y en la cama grande estaba Edgar, ninguno de los dos se ha despertado, así que mejor los deje dormir un rato más y me fui al primer piso.

Al parecer los zombis no nos habían seguido hasta aquí o por lo menos aun no han llegado, revise todas las puertas y ventanas para ver si había alguno pero no encontré nada, regrese al cuarto por la radio y cuando volví abajo me senté junto a la chimenea para estar más cómodo y encendí la radio. No habíamos tenido suerte antes y por lo visto no la tendría ahora, solo se escuchaba estática en todas las estaciones que ponía, y en las que todavía se escuchaba algo, solo eran grabaciones que se repetían después de un rato, probablemente no duren mucho tiempo, solo hasta que la planta que las alimenta se detenga.

Después de una hora intentando encontrar algo, me rendí y apague la radio, en eso Kechu bajo a donde me encontraba y se sentó en el sillón.

 Hay que salir antes del mediodía, no podemos quedarnos mucho tiempo aquí, esta cabaña no es segura- Me dijo Kechu con cara de serio.

Lo sé es muy peligros permanecer aquí, nos iremos en cuanto Edgar despierte, no me siento seguro estando aquí.

Ni yo, este silencio es abrumador, además tenemos muchos kilómetros que recorrer si queremos llegar a donde están nuestros padres.

 Nos tomara por lo menos una semana en bici llegar hasta allá, eso sin contar el montón de muertos que hay ahí afuera, serán por lo menos un mes de viaje, si nos va bien y solo tenemos comida para 3 semanas más cuando mucho.

 En los pueblos alrededor de la autopista sin duda encontraremos algo, no hay que preocuparnos por eso ahora.

 Tienes razón, ya veremos que hacer después.

¿Que están haciendo?  — Nos preguntó Edgar que acababa de bajar por las escaleras.

Te estábamos esperando, tenemos que irnos ya.

 ¿Por qué tan pronto Armando?

 No sabemos si este lugar es seguro, será mejor irnos rápido antes de que lleguen los zombis.

Por lo menos hay que desayunar antes de irnos, ¿no creen?, sino vamos a desmayarnos a medio camino.

Después de estas palabras de Edgar decidimos que no era mala idea desayunar si queríamos tener energías para el viaje, tomamos 3 latas de frijoles de la maleta, encendimos la chimenea y las calentamos, esperamos unos minutos hasta que estaban a la temperatura ideal, de la cocina tomamos unos cubiertos y platos para comer más a gusto, tal vez esta sea la última vez que tengamos una comida con cubiertos.

Antes de partir tomamos un baño rápido, quien sabe si tendremos la oportunidad después de hacerlo, cuando terminamos de bañarnos todos tomamos las bicis y nos dirigimos a la puerta principal, eran las 10:40 am, la hora perfecta para partir, salimos despacio por si había algún zombi por la zona, pero todo estaba despejado, cerramos la puerta, pero no nos importó ponerle seguro, montamos en la bicis y empezamos a pedalear, llevábamos nuestras maletas en los hombros, y yo además llevaba la maleta de las armas, todo eso era realmente pesado, con razón Edgar llego más cansado que nosotros hasta este lugar, Edgar llevaba una mp5 colgada del cuello y Kechu la M4, eso le quitaba un gran peso a la maleta, pero aun así seguía pesando demasiado.

Pandemia Z [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora