XXXVIII: Salida Peligrosa

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Han pasado tres semanas desde que nos quedamos atrapados dentro de la capital por los zombis a fuera, no hemos podido ir por comida y ya está empezando a escasear, hemos disminuido las raciones que se sirven y las personas que viven aquí ya están empezando sentir el miedo y la desesperación de morir de hambre.

Por nuestra parte las cosas no van muy bien que digamos, Alex ha perdido el control sobre sus subordinados, cada vez que intenta darles ordenes se niegan a cumplirlas o lo hacen a regañadientes, Edgar, Kechu y yo estamos más unidos que nunca, todos los días miramos a nuestro alrededor posibles formas de escaparnos, pero todas son demasiado peligrosas y con muy pocas posibilidades de sobrevivir, la única forma posible que se nos ha ocurrido es que alguien se sacrifique para alejar a los zombis de la catedral.

Lo peor de estas semanas pasadas han sido los zombis chillones, porque sus gritos atraen a mas zombis cada noche, además de que a veces se acercan demasiado a la catedral algunos han intentado escalar los costales de tierra en la puerta principal, pero nunca han intentado derribar nada, hemos tenido mucha suerte de que no nos hayan matado ya...

Tardaron veintiséis días, pero por fin obtuvimos respuesta del porta aviones alemán, casi habíamos perdido la esperanza de que se volvieran a comunicar con nosotros, pero ese no fue el caso, la respuesta fue clara y directo al grano, necesitaban que fuéramos a un lugar elevado y libre de zombis, para no arriesgar la misión. Nos pidieron que estuviéramos en el punto de reunión a las nueve de la noche, lo que lo hacia una misión súper arriesgada, teníamos que enfrentar a los zombis más peligrosos para poder llegar allá, tratamos de pedir cambiar la hora pero fue inútil y ni siquiera nos dieron las razones del porque no querían hacerlo, el lugar que acordamos para punto de encuentro es el faro, y para llegar hasta allá teníamos poco más de doce horas, teníamos mucho tiempo todavía, pero era poco teniendo en cuenta el problema fuera de los muros de la catedral.

Cortamos la comunicación y nos pusimos a idear planes para poder llegar hasta allá hoy en la noche, el lugar de encuentro está muy cerca de la catedral, está a tan solo diez minutos, pero el problema era salir de la catedral y llegar al vehículo blindado para poder ir, o si lo hacíamos a pie, estaba a una hora de caminata, pero está muy arriesgado y agotador hacer lo así.

Después de horas planeando la salida, se nos ocurrió una estrategia para poder llegar, pero solo podíamos hacer lo cinco personas o sería muy arriesgado hacerlo, iremos Alex, Kechu, Edgar, Jonathan y yo, saldremos al oscurecer una hora y media antes de la hora acordada, esto por si se complicaba el viaje tener un intervalo de tiempo extra para solucionar cualquier problema que se presente.

Empezamos a meter todas las armas que cupieran en un par de maletas que trajeron cuando fueron a la cárcel por las armas, metimos varias metralletas y muchos cartuchos de munición, además de que nos equipamos con una pistola cada uno, Jonathan era el único que no iba armado no tenía la edad suficiente además de que era muy peligros para el traer un arma. Una vez que terminamos de empacar las armas nos fuimos a la habitación por dónde íbamos a salir, comimos algo para no ir con el estómago vació y nos sentamos a esperar la hora de partida...

Faltando diez minutos para la hora que acordamos que íbamos a salir, cada uno tomo un chaleco antibalas y nos los pusimos para estar un poco más seguros, empezamos a quitar los costales de tierra de la puerta, esta vez sí pude ayudar los, ya no tenía mi brazo débil, la cortada ya había desaparecido y solo quedaba una horrible cicatriz, pero eso no me impedía hacer fuerzas ni me incomodaba.

Quitamos todos los costales y miramos hacia afuera, por la ventana que habían roto los zombis cuando se estrellaron con la puerta, afuera se encontraban cientos de zombis, pero se encontraban estáticos de pie, teníamos que salir ahora antes de que se dieran cuanta de nuestra presencia. Salimos uno por uno, Alex salió primero porque él es que tiene las llaves del sandcat, seguido de Jonathan para que se quedara en medio de todos Edgar y Kechu cuidando los lados y al final yo cuidando la retaguardia, pasamos entre los zombis sin hacer ningún ruido, Jonathan se encontraba como si nada, como si esto lo hiciera a diario no hacia ningún ruido y además sabia como moverse entre ellos, llegamos a la puerta del sandcat y Alex la abrió, entro primero y se cruzó al asiento del conductor, metimos a Jonathan al asiento trasero, Cuando nos estábamos a punto de entrar los demás, el alarido de los zombis chillones se empezó a escuchar por toda la catedral haciendo que todos los zombis que se encontraban estáticos empezaran a moverse mirando a todos lados hasta que nos vieron y se lanzaron hacia nosotros.

Empezamos a disparar a todos los zombis que se querían acercar a nosotros, por su parte los que se quedaron en la catedral, se metieron y cerraron la puerta tapándola con los costales para no arriesgar a los que se quedaron dentro. Kechu entro primero al sandcat y después Edgar, desde adentro me cubrieron a mi mientras entraba, en cuanto lo hice, cerré la puerta y los zombis empezaron a estrellarse contra el vehículo, incluso alcanzaron a mover lo por el fuerte impacto de tantos zombis.

Alex puso en reversa el sandcat para salir de aquí, empezó a atropellar a todos los zombis que aparecían por detrás y el vehículo solo se tambaleaba un poco cuando chocaba contra muchos de ellos, llegamos a la carretera y acelero de lleno para tratar de alejarnos de la manada de zombis, pero aun así eran demasiados el vehículo no podía acelerar de lleno e incluso nos detuvieron completamente, Alex trataba de acelerar pisando el acelerador a fondo, pero no funcionaba, estábamos atascados, abrimos un las ventanas del sandcat y empezamos a disparar les por ahí, poco a poco el sandcat se iba moviendo un poco, hasta que quedo libre, intentamos cerrar las ventanas de nuevo, pero cuando matábamos uno salía otro para tomar su lugar y detenía la ventana para que no se cerrara, el ruido dentro del sandcat combinado con el de los zombis era ensordecedor, Jonathan se fue a la parte trasera para estar más seguro, Edgar pudo cerrar la ventana de su lado, pero faltaba la de mi lado.

Los zombis empezaron a subir al sandcat e impedían la visibilidad, el vehículo se tambaleaba mucho, nos querían volcar y lo estaban logrando, teníamos que salir de aquí, o estaríamos perdido, no podríamos llevar a Jonathan hasta el punto de encuentro y lo peor es que nos matarían. Seguí disparando por la ventana del sandcat para tratar de quitar le algunos zombis que, de los lados, pero en cuanto mataba uno, cinco más ocupaban su lugar. Todo parecía perdido ya hasta que llegaron los zombis chillones y empezaron a embestir a los demás zombis, eso en vez de perjudicarnos nos ayudó a escapar porque tiraron a muchos de los zombis que nos estaban deteniendo y para nuestra suerte el primer golpe de ellos fue por detrás del sandcat y nos dio el impulso necesario para salir del apuro.

Pasamos por encima de los zombis que nos aparecían por delante y después de atropellar a mas muchos pudimos salir del peligro, incluso los zombis chillones que aparecían por delante el sandcat los atropellaba con facilidad, solo hacían que se moviera un poco el vehículo, pero no era nada contra el peso del vehículo.

Alex entro por una cuadra angosta y atropello a los últimos zombis que venían por nosotros, los vidrios de el sandcat quedaron cubiertos de sangre y el asiento trasero quedo lleno de sesos de zombis que cayeron cuando les disparamos tratando de entrar a él. íbamos con rumbo al faro y no había zombis cerca que nos pudieran detener, todo estaba saliendo a la perfección solo ese contratiempo que tuvimos con los zombis al salir.

Alex conducía muy rápido y con poca precaución tratamos de calmarlo, pero cuando le decíamos algo, solo decía que no teníamos tiempo para ir más despacio, todos los autos que se cruzaban en nuestro camino los golpeaba a máxima velocidad con el sandcat, este ni se inmutaba cuando lo hacia, pero con tantos golpes harían que al final se dañara el vehículo y es lo que me estaba preocupando bastante.

Pandemia Z [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora