XXIV. Manuel

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Nos detuvimos justo al lado del sujeto que venía caminando por medio de la carretera en dirección a la ciudad, estaba cubierto por suciedad y la ropa que traía puesta estaba desgarrada pero las partes del cuerpo que se veían por esas partes rotas, no mostraban ninguna herida. Lleva puesto una camisa de mangas largas de color roja y unos jeans de mezclilla con varios agujeros en las piernas, el rostro lo llevaba cubierto por un pañuelo verde y una gorra de béisbol de los yankees de new york.

El sujeto se destapo la cara y nos miró fijamente, se intentó acercar, pero en cuanto lo hizo Kechu tomo la metralleta del suelo y le a punto, aunque no tuviera balas. El joven que no se veía mayor que nosotros dio unos pasos hacia atrás, pero no huyo ni se asustó al ver el arma.

— ¡Hola!, Gracias por detenerse. — Empezó a hablar el joven. — Me llamo Manuel.

 ¿A dónde te diriges Manuel? — le pregunto Kechu.

— Me dirijo a la ciudad en busca de alimentos, ropa nueva y medicinas señor.

 ¿Estas tu solo?

 No señor, tengo un hermano enfermo así que vine yo solo.

No podía dejar de sentir un poco de lastima por el e incluso me hacía recordar a Rafael, no podíamos dejarlo aquí tirado sin duda Logan no hubiera podido y lo habría llevado con él, así que tendríamos que convencerlo de venir con nosotros, pero primero tenemos que averiguar si es alguien de fiar o no.

 ¿Cuantos años tienen?, ¿Tú y tu hermano?

 Mi hermano tiene doce años y yo tengo veinte....

Duramos unos veinte minutos entrevistando a Manuel hasta que unos zombis que empezaron a salir de la ciudad nos interrumpieron, le permitimos subir al autobús, pero lo estábamos vigilando de cerca. Él era de una ciudad bastante grande y venia de una familia de dinero por lo que pude escuchar, había estado toda su vida estudiando en colegios privados y aunque su ropa estaba destrozada anteriormente debía valer mucho, sus padres murieron en un punto seguro y ellos habían podido escapar porque sus papas los subieron a un Kiosco cuando los zombis llegaron allí.

El hermano de Manuel se llama Samuel, pero Manuel se refiere a él como Samy han estado solos casi un par de meses, es un sobreviviente como nosotros.

Manuel nos empezó a guiar por la carretera para llegar a donde se encontraba su hermano, no subimos por la autopista, sino que íbamos por una carretera que se dirigía a un pueblo cerca de la ciudad, el pueblo se llama El Río Azul, porque ese pueblo es famoso por quedar justo al lado de ese río.

Llegamos en una hora más o menos, pero no entramos al pueblo, sino que dimos vuelta por un camino de tierra que se adentraba en un pequeño bosque, dudamos unos instantes antes de entrar porque pudiera ser una emboscada, pero Manuel se veía como una persona sincera, así que entramos. Tan solo a un par de minutos por ese camino llegamos a una pequeña casa de madera en pésimo estado, detuve el autobús y Manuel salió corriendo hacia la cabaña. No podía creer que haya sobrevivido tanto tempo en esa cabaña, estaba en tan mal estado que hasta yo pudiera derribar la de una patada, las ventanas estaban tapadas con tablas, nos acercamos más y empezamos a subir unas cuantas escaleras para poder llegar a la puerta principal.

La puerta está abierta porque Manuel había entrado anteriormente, dentro el lugar estaba iluminado por varias veladoras, no había ni un solo mueble, tan solo unas cuantas mantas donde se encuentra el hermano de Manuel.

 ¿Que le paso?, ¿Por qué esta así? — Le pregunte a Manuel.

 Fue Mordido por una serpiente, pero no sé qué tipo de serpiente fue. chupe el veneno y le hice una intravenosa con una pequeña manguera que tome de la clínica del pueblo y un coco, pero el veneno ya estaba muy avanzado para cuando me entere de la mordida, no quiso decirme que se encontraba mal para no preocuparme.

 ¿Cómo supiste que hacer? ¿Eres doctor o algo parecido?

 No, nada de eso. Nuestro papa era el doctor del pueblo y me enseño muchas cosas, pero si estaba estudiando para ser un doctor como él. — Manuel empezó a llorar encima de su hermano. - Le prometí que cuidaría de mi hermano con mi vida y le falle.

 No digas eso, todavía está vivo, además vendrá con nosotros y se recuperará, tenemos muchas medicinas para poder hacerlo.

Empezamos a tomar las pertenencias de Manuel, al parecer Samuel había sido mordido hace unas cinco horas así que estábamos contra reloj necesitábamos llegar rápido hasta la fortaleza, ahí teníamos la esperanza de que tuvieran antídotos contra el veneno. Subimos todo al autobús y lo encendí para poder irnos.

 ¡Esperen!, caso lo olvido, creo que les servirá unas cosas que tengo atrás de la cabaña.

Manuel nos guio rápido hacia atrás de la cabaña y saco un baúl de entre las ramas, lo abrió y dentro se encontraban varias armas, desde pistolas hasta metralletas.

 ¿De dónde sacaste esto? — Le pregunto Kechu sorprendido.

 Son armas que recogí de la ciudad y el pueblo de aquí, las fui recolectando poco a poco mientras buscaba comida.

Habíamos tenido mucha suerte al encontrarnos con Manuel y a pesar de que casi morimos hasta ahora ha sido un día muy bueno para nosotros. Tenemos armas y un buen auto donde caben todas las personas de la fortaleza, además habíamos encontrado a más sobrevivientes de este apocalipsis.

Regresamos a la carretera por la que habíamos llegado para entrar al camino de tierra, Manuel y su hermano se fueron con Edgar en la camioneta para llegar más rápido a la fortaleza, Carlos los acompaño para ayudarlos, mientras que Kechu y yo nos quedamos en el autobús junto a las armas, pero necesitaríamos ayuda para poder bajarlas porque tuvimos que subirlas entre cuatro personas por el peso que tenían todas.

Llegamos a la autopista y no había rastro de la camioneta, Edgar es muy bueno para manejar y debe ir por lo menos a ciento cincuenta kilómetros por hora para poder llegar más rápido a la fortaleza, lo único que espero es que puedan llegar a salvo y a tiempo para que Samuel se cure. Lo bueno es que nuestro viaje no tomo mucho tiempo y podremos llegar antes de que oscurezca, Kechu se sentó cerca del baúl de armas y empezó a revisarlas para no aburrirse en el camino.

En el baúl es bastante grande por lo menos de un metro y medio cubico, dentro Kechu encontró tres M4, una ametralladora ligera como la que encontré a las afueras del colegio, una Scar, dos AK-47 y una ACR, varias pistolas, granadas Flash y granadas de fragmentación y muchas balas sueltas y en cartucho y en el fondo del baúl había una lanza granadas, con veinte proyectiles.

Kechu metió de nuevo las armas al baúl para después revisarlo con más calma después de todo cuando lleguemos a la fortaleza tendríamos tiempo para poder revisar y organizar mejor las armas, ahora lo único que importa es llegar a la muralla sanos y salvos.



Pandemia Z [COMPLETA]Where stories live. Discover now