Pandemia Z [COMPLETA]

XXIX: Nuevo Destino

Despertamos a medio día, habíamos dormido bastante y al despertar seguimos sin dirigirnos la palabra, tomamos comida de la guardada en el autobús y desayunamos, el autobús estaba detenido en medio de la carretera, pero no le tomamos importancia a eso, terminamos de comer y Edgar se dirigió al asiento del conductor para reanudar la marcha.

Avanzamos muchos kilómetros en línea recta por la autopista hasta que decidí romper el silencio.

— Creo que tenemos que pensar un lugar para ir.

— ¿Qué más da a dónde vayamos? - Me respondió Edgar muy cortante. — Ya no hay a donde ir.

— Claro que, si lo hay, ¿Acaso ya olvidaron para que emprendimos nuestro viaje en primer lugar?

— ¿De qué hablas Kechu?

— Acuérdense de la primera vez que salimos íbamos en camino a buscar a nuestros padres Armando.

Después de vivir por un largo tiempo en la muralla y todas las responsabilidades que teníamos ahí, habían hecho que me olvidara completamente de eso, así que una vez más nos encontramos donde estábamos al inicio, pero si las probabilidades de encontrar a nuestros padres vivos eran muy bajas, ahora lo son mucho más, han paso más de medio año desde que empezó todo y las cosas han ido empeorando bastante desde entonces.

Recuperamos un poco el ánimo, pero aun seguíamos bastante abatidos por lo de ayer, aunque ya nos dirigíamos la palabra y eso es una gran mejora. Solo teníamos que seguir en línea recta por la autopista para llegar a nuestro destino así que no sería problema.

Después de un par de horas conduciendo nos detuvimos para llenar el tanque de gasolina del autobús, hemos recorrido casi trescientos kilómetros desde que salimos de la muralla, pero nuestro destino estaba a un poco más de un día de camino, era un viaje muy largo.

Edgar se cansó de conducir y en su lugar tome su asiento para continuar, así no perderíamos tiempo y llegaríamos más rápido, por el camino solo se veían autos abandonados, pero era muy poco frecuente, por los lados la mayoría del paisaje eran solo árboles y en algunas partes podíamos ver grandes sembradíos que ahora solo están cubiertos por pasto e hierbas.

Todo marchaba a la perfección hasta que una camioneta apareció en el retrovisor del autobús, al principio pensé en detener el autobús para averiguar de qué se trataba, pero venia hacia nosotros muy deprisa y amenazante, en la parte de atrás dos sujetos estaban armados con ametralladoras. Pise a fondo cuando me di cuenta que la camioneta con la que nos estaban siguiendo era nada más ni nada menos que la camioneta que utilizo Logan para atropellar a Samuel, lo que no lograba explicarme era como lograron hacer que funcionara, la última vez que la vimos estaba muy dañada.

— Nos atacan. — Le grite a Kechu y Edgar, que estaban descansando entre los asientos.

Kechu y Edgar abrieron un par de ventanas y sacaron sus cabezas por las ventanas y miraron la camioneta que nos seguían, rápidamente sacaron un par de metralletas para responder al fuego si era necesario.

— Acelera Armando. Nos están alcanzando. — Me grito Edgar.

— Eso estoy haciendo, esta tortuga solo alcanza los 90 kilómetros por hora.

La camioneta rápidamente nos alcanzó y se colocó justo detrás de nosotros, empezaron a disparar, las balas no podían traspasar las gruesas laminas que le agregamos al autobús, pero nos disparan largas ráfagas y no duraría mucho. Frene en seco para chocar contra la camioneta pero el conductor de ella con un movimiento hábil se posiciono a lado del autobús, Las ráfagas de balas se reanudaron pero ahora por el lado izquierdo del autobús, gire el volante para chocar a la camioneta, pero no lograba darle, saque al autobús de la carretera, estábamos avanzando por la tierra que se encuentra en medio de los dos sentidos de la autopista, el autobús empezó a derrapar, la camioneta volvió a la carretera muy fácil, pero a duras penas pude subir el autobús a la carretera.

Íbamos en sentido contrario, pero eso no importaba, la camioneta paso a nuestro lado y se colocó a la derecha del autobús, dispararon de nuevo, y esta vez las balas empezaron a hacer agujeros en las láminas que cubrían las ventanas. Kechu y Edgar abrieron la puerta de emergencia para salir al techo del autobús, Kechu subió a Edgar a sus hombros y Edgar salió a responder les el fuego, las personas de la camioneta, no esperaban que alguien saliera por ahí, Edgar empezó a disparar a los sujetos, matando a uno de los que nos estaban disparando, la camioneta intento alejarse de nosotros, pero ya era muy tarde, Edgar le dio al conductor de la camioneta y se empezó a descontrolar.

La camioneta choca de lleno contra un letrero y el sujeto que iba atrás salió volando junto con su amigo muerto, voló por lo menos treinta metros de distancia y cayó al suelo de cabeza, era muy poco probable que pudiera sobrevivir a eso, pero no nos íbamos a quedar para averiguarlo.

Los sujetos no habían disparado a ninguna parte importante del autobús, por lo que no se veía dañado, ni que fuéramos a tener problemas futuros.

— ¿Quiénes rayos serian esos sujetos?

—Probablemente eran gente de Manuel, nos debieron seguir cuando vieron a su jefe muerto. - Le respondí a Edgar.

— Pero como nos encontrarían, matamos a todos en la muralla.

— Probablemente fue pura casualidad o alguien sobrevivió.

— Pero ahora si ya dudo que quede alguien más con vida. — Nos dijo Kechu que se acostó de nuevo en los asientos.

— Eso espero.

Paso una hora desde el ataque de la camioneta y ya no se veían señales de que alguien más nos estuviera siguiendo, así que me tranquilice un poco más, Edgar me volvió a cambiar el lugar para volver a manejar el. Mire los daños que nos habían dejado los sujetos, las balas que nos dispararon por el lado derecho del camión eran de un calibre más potente que las del lado izquierdo, fue buena idea que intervinieran porque si no un tiro de esas balas nos podría reventar cualquier parte del cuerpo.

Al anochecer Edgar detuvo el camión justo al lado de un letrero que indicaba lo que nos faltaba de viaje para llegar a nuestro destino, mañana sin duda podríamos llegar y por fin comprobar lo que más temíamos.