41

3K 206 45
                                    

Camila POV

Desde que fui pequeña, siempre me había sentido tan sola. Era como si poco a poco me hubiera acostumbrado al destino que la vida tenía preparado para mí. Me había resignado a no volver a sentir amor y estaba segura que terminaría siendo para siempre, una esclava que serviría a los lobos toda su existencia.

Yo había perdido a cualquier persona que tenía aunque sea un mínimo de aprecio por mí, perdí a mis padres cuando realmente los necesitaba, las únicas personas que me amaban con el alma, se habían ido, dejándome completamente sola y sin un motivo para continuar, porque ¿con qué razón iba a sentirme feliz de vivir, si era rechazada por cualquier persona que cruzaba mi camino?

Hasta que la conocí.

Lauren había llegado a mi mundo, a demostrarme que las cosas no estaban perdidas, a pesar de que ella luchaba contra sus propios tormentos. Lauren me había demostrado que el amor puede poco a poco, curar heridas que tú sola nunca podrías.

Ella me había amado desde que me conoció y no me había juzgado porque era diferente. Lauren me aceptó, con todo lo que yo era y eso para mí, lo había significado todo. El sentir que una persona te quería por quien eres, era lo más maravilloso que había sentido luego de tanto tiempo. Y yo la había amado de vuelta, no porque fue la primera persona que me demostró que todavía se podía vivir sintiendo amor, sino porque ella había ocasionado tantas cosas en mí, desde la primera vez que la vi en su forma humana, desde la primera vez que vi sus ojos verdes, fue como si la conexión de la que todos hablaban, hubiera funcionado en mí, porque me di cuenta que había encontrado a alguien, a alguien diferente, a una persona que yo quería conocer.

Ahora me sentía una completa miserable porque no había arreglado las cosas entre nosotras cuando pude haberlo hecho y me arrepentía tanto. Lo único que quería era abrazarla y decirle lo mucho que la amaba, lo mucho que yo me derretía por ella y tantas cosas más, que a veces me las guardaba para mí, porque era una estúpida que no sabía como expresar bien sus sentimientos.

Y ahora me encontraba sentada al borde de mi cama, habían pasado tres días desde el accidente, sin ninguna noticia de la mujer que amaba, que solo causaba que mi corazón se quebrará con cada segundo que pasaba sin saber nada de lo que había pasado con ella.

Me sentía tan sola, porque Lauren no estaba, ella no estaba a mi lado y eso me estaba carcomiendo el alma. La quería de vuelta y me sentía tan impotente y tan molesta conmigo misma, porque la última vez que me había dicho que me amaba, yo no le había respondido de vuelta.

Estaba cansada de esperar, estaba cansada de que me prohibieran la salida del apartamento y estaba cansada de no poder hacer nada.

—Camila. —Escuché el llamado de Dinah, pero no volteé a verla. No quería hablar con nadie y era mejor, que no comenzáramos a hablar porque terminaríamos discutiendo. —Te he traído la cena, sabes que debes comer. —Dijo acercándose, sentándose a mi lado, poniendo un plato con pizza entre mis piernas a la vez que me tocaba el hombro en señal de apoyo. —No me gusta verte así, por favor come. No has probado alimento desde ayer y eso fue solamente porque te metimos la comida a la fuerza, pero ya no me siento con ánimos de hacerlo, así que come. —Termino de decir.

Me quedé viendo el plato de pizza entre mis piernas, observando como las lágrimas caían directamente al plato, por más que trataba de aguantar, las inmensas ganas que sentía de llorar.

—No puedo Dinah, no puedo. —Puse el plato a un lado, levantándome de la cama y dirigiéndome al balcón del apartamento, comenzando a observar la Luna.

Había encontrado la carta de Lukas en el cajón de Lauren, junto a algunos chocolates escondidos que ella tenía e inevitablemente la había leído, sobretodo la parte en donde Lukas le afirmaba que pintaría una Luna en su cabaña, que le haría pensar en Lauren, al igual que ella debía ver la Luna todas las noches, pensando en ellos.

Big Bad Wolf » CamrenWhere stories live. Discover now