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Mientras tanto en el Complejo Wells...

Camila había cagado su vida de la forma más estúpida que pudiera haber existido.

Ella había crecido rodeada de la desdicha y del abuso desde que tenía uso de razón. Solo pocos recuerdos había logrado conservar sobre sus padres y sobre lo que era sentirse amada. Camila se había aferrado a esos recuerdos para sobrevivir entre la agonía del sufrimiento que tenía. Por eso, cuando llegó a la edad de su supuesta transformación, se aferró aún más a esos pequeños recuerdos como si fueran su pequeña luz en un túnel lleno de oscuridad. Pero ahora estaba aquí y era diferente porque esos recuerdos ya no funcionaban más. La única salvación que tenía entre toda la desgracia en la que se había convertido su vida en tan poco tiempo, era ella, la Alfa de ojos verdes.

Lauren.

La única mujer que había amado.

Recordar a Lauren siempre sacaba lo mejor y peor de ella. Porque podía rememorar aquellos momentos en donde la tenía, en donde era suya y en dónde era sinceramente feliz a su lado tan solo con verla. Pero también podía recordar el dolor, el sufrimiento de su rostro cuando ella misma había sido la causante de todo su dolor.

Tuvo que lastimar al amor de su vida para darse cuenta que no siempre el villano tiene que arruinar las historias.

Porque ella misma, ahora era la villana.

Había renunciado a todo lo que le hacía feliz, había renunciado al amor, pero sobretodo había renunciado a ser la causante de sonrisas en la Alfa del Clan de la Luna, a ser su Sol y la luz que la protegía. Es por eso que al escuchar la máquina una y otra vez, ese sonido que era estrumecedor, el cual le avisaba que ella estaba allí, que ella se había vendido y que podían hacer con ella lo que desearan, la destrozaba. Lo hacía tanto incluso cuando había escondido todo su sufrimiento bajo una capa de dureza y de tiranía.

A pesar de todos sus pensamientos, ella podía prestar atención a todo a su alrededor, y es que escuchar ese sonido la traía de vuelta. Observando como aquella máquina hacía su trabajo al igual que ella hacía el suyo. Porque ella se había rebajado y ahora miraba sus manos, aquellas que habían derramado tanta sangre para convertirse en una villana. Aunque ella era menos que eso porque se había vuelto nada y pronto sería polvo.

Según ella, las cosas habían tenido que ser como debieron ser desde un comienzo. Por lo que tomó las riendas de su historia y creyó solucionar sus problemas porque Camila creía que no debía ser salvada. Ya no más porque después de todo, había sido su culpa.

Su existencia había sido la culpable.

Ella era la culpable.

Y Camila le había roto el corazón a Lauren.

Por lo que estando allí, regalando su sangre. No pudo evitar recordar aquella propuesta que termino aceptando, la propuesta que termino con su felicidad por decisión propia, pero más que nada la que terminó con su relación con la Alfa del Clan de la Luna.

Puesto que dicen, que el Sol y la Luna nunca podrán estar juntos, uno es el reino del día y otro es el reino de la noche, uno es soberano de la luz y el otro es soberano de la oscuridad. Ambos debían concentrarse en su reinado, por lo tanto debían estar separados. Pero el Sol al ver a la Luna tan triste tratando de ser consolada por las estrellas, decidió sacrificarse y morir cada día para dejar que la Luna sea el único astro rey. Pero lo que no entendía Camila era que la Luna no quería ser la más poderosa, solo quería estar con ella. Por lo que se creó el Eclipse, donde la Luna se acostaba sobre el Sol, comenzando a demostrar su amor en inmensos destellos.

Un Ecplise que a Camila, le sería muy díficil recuperar.

Flashback

No entendía lo que le sucedía. Ni como es que había llegado a la profundidad del bosque. Mucho menos que todos sus sentidos estuvieran el doble de sensibles, porque por más que quisiese no podía quitar la incomodidad de su cuerpo. Trató de mirar sus pies, tratando de seguir avanzando, pero se dió cuenta que comenzó con un repentino mareo.

Big Bad Wolf » CamrenWhere stories live. Discover now