1. La marca del destino

4K 243 180
                                    

Lost girls - Lindsey Stirling

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Lost girls - Lindsey Stirling

Lost girls - Lindsey Stirling

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Lansing, Míchigan. Actualidad

No podía llegar tarde de nuevo. Mis padres me matarían.

Corría a través de los pasillos de la preparatoria con todo lo que mi cuerpo era capaz de darme. Casi me caí por la cantidad de hojas de otoño dispersas por los patios y pasillos.

Todo era culpa mía. Me había quedado dormida demasiado tarde y no oí el despertador a la mañana siguiente.

La noche anterior me quedé hasta la madrugada garabateando diseños sin sentido, tenía un golpe de inspiración y no podía dejarlo pasar. Y para cuando me dormí volví a tener ese extraño sueño recurrente. Cuando me desperté Sara, mi mejor amiga, me quemaba el celular de tantas llamadas porque aún no llegaba a la preparatoria.

Un sueño recurrente... Con el paso de las semanas me acostumbré a tenerlo, llegué incluso a esperarlo antes de irme a acostar. Lo malo era que siempre que despertaba lo hacía con una sensación de tristeza en mi garganta que me duraba un buen rato, impidiéndome seguir durmiendo. Me angustiaba, eso me mantenía despierta, y en lugar de dormir me la pasaba mirando por la ventana, observando la luna.

Sentía que algo me faltaba, pero no sabía qué era, y el no saberlo lo hacía peor. Si tan solo no tuviera insomnio tal vez me dormiría más temprano y no me retrasaría.

No quería otro castigo ni más reportes, mucho menos quería que otra noticia así llegara a los oídos de mis padres. Ellos se esforzaban mucho para ayudarme con los trabajos escolares como para seguir torturándolos con más reportes y llamados de atención. Estaba advertida, en zona roja, otro paso en falso y una suspensión no sería mi único problema.

El pasillo parecía no tener fin y estaba cerca del aula, lo sabía. Solo necesitaba que los cielos se apiadaran de mí...

Di vuelta al pasillo, salté, y justo cuando mis pies alcanzaron la entrada al aula, la alarma de inicio de clases se encendió.

—Señorita Will, felicidades. Justo a tiempo —dijo la Srta. Louis, mirándome a través de sus lentes. Su cabello gris caía en cascada tras su espalda y su piel casi tersa ponía en duda su edad. Tenía más de cuarenta, pero aparentaba menos de treinta. Era todo un misterio cómo se mantenía tan joven—. Tome asiento, por favor.

Kamika: Dioses GuardianesWhere stories live. Discover now