33. Otra oportunidad

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Impossible - James Arthur

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Impossible - James Arthur

Ignorando todo el caos a mi alrededor, todo el llanto, gritos, muerte, monstruos y demonios, corrí hasta llegar a la parte trasera de un restaurante, donde al parecer no había rastros de ninguna criatura sobrenatural, justo lo que necesitaba en es...

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Ignorando todo el caos a mi alrededor, todo el llanto, gritos, muerte, monstruos y demonios, corrí hasta llegar a la parte trasera de un restaurante, donde al parecer no había rastros de ninguna criatura sobrenatural, justo lo que necesitaba en ese momento: tranquilidad en medio del apocalipsis.

Me recosté a la pared, con el corazón gritando y corriendo en mi pecho, y me deslicé hasta quedar sentada y con las rodillas recogidas... entonces me solté en llanto. Lloré por tantas cosas: por dolor, miedo, frustración, ira, tristeza, desesperación...

Todavía no podía creer lo que había pasado, me era imposible asimilar eso como verdad, porque no quería que lo fuera. La vi irse, la escuché decir sus últimas palabras... ¡Y no pude hacer nada! Era cierto que tuvimos nuestras diferencias, pero la necesitaba, porque ella siempre sabía qué hacer y yo no. Logan era como su hijo y ella era su única familia... ahora estaría solo, porque por mi culpa murió la única persona que siempre estuvo con él.

Astra... ella había muerto por protegerme, por protegerme para los demás, porque creía que era importante para la misión, que ellos que necesitaban... Era la mentira más grande de mi vida.

Yo no era necesaria para la misión, no tenía nada especial, solo cometía errores y estorbaba a quienes sí estaban a la altura de lo que la vida les había dado. No podía salvar al mundo, solo era una chica miedosa e impulsiva que no pensaba las cosas con cuidado. No era una heroína, los policías, los bomberos, todos aquellos a quienes vi ayudar a los demás sin saber lo que ocurría y a costa de sus vidas eran verdaderos héroes, yo no.

Siempre me recostaba en los demás para todo, incapaz de hacer algo por mi propia cuenta, siempre con ayuda de los demás. Y ¿cómo les pagaba? Echando todo a perder, no sabiéndome cuidar sola, arriesgando todo lo que nos estaba costando cumplir nuestro objetivo por la imprudencia de un deseo momentáneo. Nunca había pensado con madurez y había afrontado lo que estaba pasando y lo que ocurriría. Mi mente se negaba a creer que todo eso hacía parte ahora de mi vida, incluso después de tantos meses, todo seguía pareciendo un sueño... no, no un sueño, una pesadilla.

Kamika: Dioses GuardianesOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz