28.1. Sentimientos cruzados

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Hello - Adele

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Hello - Adele

«Una ventisca helada removió mi cabello, obligándome a abrir los ojos

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«Una ventisca helada removió mi cabello, obligándome a abrir los ojos. Sin embargo, cuando lo hice me percaté de la intensa oscuridad que había a mi alrededor.

Todo era negro, oscuro, sin ningún rastro de luz más allá que mi colorido cuerpo. Veía mis manos, mis pies, mi cuerpo entero estaba a color, como si dentro de mí tuviera incrustada una luz que no fuera afectada por la inmensa oscuridad de mi entorno.

No había arriba o abajo, adelante o atrás, solo oscuridad. Sentía mis pies firmes sobre una superficie plana y deslizante, pero decir si estaba al revés o no era demasiado.

Me quedé quieta, sin moverme ni caminar; no quería adentrarme en aquella penumbra sola y sin nada que me indicara una dirección, así que solo permanecí como mueble en mi lugar.

—Todos tienen un lado bueno. —Se escuchó una voz femenina que recorrió la estancia como un eco, sin provenir de ninguna parte en específico—. Por muy pequeño que sea, existe. Encuéntralo, encuentra ese gris que encaja perfecto en su corazón, y salva la bondad que queda dentro de él.

Me giré, en busca de la propietaria de la voz, pero no vi nada diferente al negro. Volví a moverme hacia otra dirección, y luego hacia otra, guiando mis ojos a todo lo que mi visión me permitió, pero no obtuve resultados.

—¿Quién anda ahí? ¿A qué se refiere?

Me detuve en cuento vi una luz lejana a mí, roja viva, como una llama flotante. Entrecerré los ojos para verla mejor, pero me era imposible saber si cerca de ella había algo más. Entonces, sentí un aire gélido en mi nuca.

Justo cuando di la vuelta para averiguar la procedencia de la sensación, me topé tan de repente y de frente con un par de ojos rojos, que contuve la respiración por impulso.

Eran los ojos de Kirok.»

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Kamika: Dioses GuardianesDove le storie prendono vita. Scoprilo ora