27.1. Ciudad de las Amazonas

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Awake and Alive - Skillet - Cover Violin and Chello

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Desde que era pequeña había creído que cosas como las brujas no existían, que eran invenciones de las personas para asustar a los niños y vender productos publicitarios o disfraces escalofriantes

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Desde que era pequeña había creído que cosas como las brujas no existían, que eran invenciones de las personas para asustar a los niños y vender productos publicitarios o disfraces escalofriantes.

Pero toda esa incredulidad quedó en el pasado cuando descubrí la verdad sobre mí y los Dioses Guardianes. Aun así, nunca se me pasó por la cabeza la idea de que las brujas fueran reales, o mejor dicho, las Amazonas. Hasta ese día, que había visto cómo una persona que conocía desde hacía mucho tiempo no solo había resultado ser una de ellas y que además había hechizado a mis padres, sino que se carbonizó llevándose con ella la única forma de ayudarlos. Y todavía desconocía la razón de la locura de la pobre Sra. Louis.

En el momento en que nuestros pies tocaron el suelo de Salem, Massachusetts, ciudad de las Amazonas, notamos que el aire que rodeaba el lugar era lúgubre y pesado, como si una atmosfera de oscuridad rodeara toda la ciudad. Sin embargo, las personas del común no lo podían sentir debido a su falta de magia; qué suerte tenían.

—¿Por dónde empezamos? Ni siquiera sabemos qué buscamos. Y no creo que sea algo que le puedas preguntar a cualquiera —comenté con Andrew a mi lado.

—No a cualquiera —corrigió, con voz más baja de lo usual, casi sin energía para hablar—, a la persona correcta.

—Oye, ¿estás bien? —Preocupada me le acerqué, pero él se apartó de mí a la ligera—. Desde que llegamos has estado un poco... cansado.

Él me miró de reojo sin querer dar más evidencias de su estado, y pude notar con claridad el cansancio que se asomaba en sus ojos, en su rostro, en todo él. Se veía demacrado, sin la fuerza suficiente para siquiera moverse, y eso considerando nuestra situación era un gran problema que justamente él se sintiera débil.

—Lo estoy. Solo me siento agotado por usar ese hechizo cuatro veces en un solo día, sabes la energía que requiere, eso es todo.

—Te dije que te ayudaría —espeté—, pero no me hiciste caso.

Kamika: Dioses GuardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora