4. El pasado que nos une

1.8K 169 105
                                    

Mine - Phoebe Ryan

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mine - Phoebe Ryan

La cabeza me dolía y me daba vueltas cuando abrí los ojos, me sentía pesada y decaída, con un tremendo ardor en la garganta y la nariz congestionada de tanto llorar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La cabeza me dolía y me daba vueltas cuando abrí los ojos, me sentía pesada y decaída, con un tremendo ardor en la garganta y la nariz congestionada de tanto llorar. 

El día no ayudaba, seguía con ese tono gris de tormenta y hacía frio. Me removí en la cama, y justo cuando lo hice caí en cuenta de que no me había dormido en mi cama, me había quedado dormida en el suelo, en un rincón, mientras la noche jugaba con mi cabeza. Y, sin embargo, ahí estaba, en mi cama, arropada.

Miré por la ventana, donde la luz del día opaco se reflectaba. Me enfoqué en el árbol, buscando a alguien, pero estaba libre de cualquier persona. Andrew no estaba ahí, ¿me lo habré imaginado? No me parecería extraño que empezara a delirar en cualquier momento.

Salí de la cama en silencio, inspeccionando bien el árbol mientras me incorporaba. Atravesé mi habitación, consciente de que el libro sobre civilizaciones se encontraba en mi tocador, y salí hacia el pasillo sin hacer ruido, directo al baño.

Me duché durante un largo rato. Tenía mucha tierra, hojas y ramas que quitar de mi piel y de mi cabello. Tuve que lavarme el cabello cuatro veces y estregarme al menos dos el cuerpo para que saliera toda la mugre, y aun cuando lo hizo seguía sintiendo la tierra en mis uñas y cuero cabelludo.

Cuando me resigné a salir de la ducha que observé al espejo unos segundos. Tenía los ojos hinchados y la nariz roja, pero salvo mi mirada de extraviada seguía igual. Me examiné el cuerpo como por milésima vez, hipnotizada por la ausencia de heridas o cicatrices.

No había rastro de lo que sucedió el día anterior, nada de golpes o tan siquiera un rasguño. Andrew me quitó toda evidencia, de no ser por la cantidad de mugre yo ni siquiera podría creer en lo que sucedió.

De regreso a mi habitación me vestí tan rápido como pude. Elegí un suéter de cuello alto, que cubriera mi nuca, de un lindo color lila. Me puse un jean oscuro y, por último, dejé mi cabello caer saber mis hombros para que ayudara a ocultar la marca. Usé base liquida sobre la marca, cubriendo cada parte, y solo cuando me sentí más tranquila me atreví a salir de la habitación.

Kamika: Dioses GuardianesWhere stories live. Discover now