Vive en Victoria

No juzgues, ama...!!!

Un día , en una mañana muy fría , he llevado unos bizcochos para compartir, unas galletitas, chocolates , caramelos , en fin, he llevado comidas y cosas dulces en abundancia , luego se me acerca un joven , y me dice:

"Eso que trajiste, que está allí sobre la mesa, se puede consumir ?"

- Por supuesto que sí!, lo dije, traído para compartir con todos/as.

- Ohh, son deliciosos!!, me encantan son las mejores que he comido hasta ahora!!

-Yo, sólo sonreí , pero en realidad , mi corazón comenzaba a partirse en mil pedacitos.

Luego de un rato, este joven nuevamente se ha acercado diciéndome; puedes invitarme un poco más por favor de tus alimentos?

No podía decirlo que no, sentía mucha pena y frustración por aquel muchacho , así que , con gusto lo he invitado nuevamente.

Varias personas estaban a mi alrededor mirando con asombro al muchacho y la vez estaban pendiente de cada cosa que yo hacía , pendientes de cualquier movimientos o gestos que realizaba , también había una reunión de chicas , que eran un poco creídas , y a la vez , lastimosamente muy egoístas.

Ellas se acercaron a mi , y me dijieron:
- Que hambriento es ese muchacho!, toda la hora viene a pedirte más y más comida, ¿por qué lo invitas?

Sólo un silencio ha invadido mi boca , pues yo sí sabía el profundo fondo de la historia, yo sí verdaderamente sabía cual era la razón de dicho pedido.
El joven estaba pasando por un fuerte problema económico y financiero, a la vez una enfermedad incurable, casi cancerígena se habia apoderado de su cuerpo, dicha dolencia sólo pedía más y más alimentos a su organismo, tan grave era la situación por la que estaba atravesando , en casa apenas alcanzaba para comer, si sobraba un plato de comidas en casa, era un buen día, por lo menos para saciar una parte de aquel deseo enorme y ferviente que era como consecuencia de la cantidad de medicamentos que consumía al día para así calmar los dolores intensos que presentaba .
Es por eso que siempre estaba con hambre.

No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Mateo 7:1

Quizás a veces muchas acciones parecieran ser insignificantes para ti, sin mucho valor, pero en realidad las pequeñas acciones, los pequeños gestos son los que más marcan la diferencia en la vida de las personas, por eso, es tan importante, no juzgar a las personas sin conocerlos, no criticarlos, no hablar mal de ellos, sin conocer a profundidad la historia de vida de ellos.
Amemos a quienes nos rodean, ayudemos, extendamos una mano a quien lo necesite, quizás la ayuda que tu puedas afrecer a alguien sea insignificante para ti, pero dejame decirte que el favor que tu hagas , y si lo haces de todo corazón , quien lo recibe, JAMÁS lo olvidará .
Cuantas veces vivimos rodeados de personas que necesitan de ayuda, necesitan de una mano que los ayude y anime a seguir adelante, y lo hacemos pasar desapercibidos.

Hoy es un buen día para reencontrarnos con nosotros mismos, para miranos y asi ver como estamos , pero por sobre todas las cosas pedir ayuda al Señor para así superar cada debilidad que tenemos dentro de vuestro ser.
(Escrito por Lili Galeano)

¡Dios Te Bendiga!