Capítulo veintiocho «llamada»

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«♪»

Sostenía la mano de su hermano totalmente feliz, pese a lo que había pasado con YoonGi las cosas habían terminado realmente bien, el mayor había halagado su forma de narrar mencionando que era bueno describiendo, además de mencionar su bonita letra. Así que cuando se despidieron no sintió ese vacío pues habían prometido verse al día siguiente y eso era suficiente para poder colgar en él una sonrisa que difícilmente le quitarían.

Se sentó en el sillón y jugó con su mochila mirando el color naranja que se filtraba contra las cortinas, tenía esa ansiedad de querer mostrarle todo lo que había escrito... porque quería también lo que había escrito de él, y esperaba ansiosamente poder hacerlo al siguiente día. 

¡JiMinnie! —Gritó su madre.

Se levantó alisando su suéter y caminó hasta el jardín encontrando a su madre plantando unas nuevas florecitas de colores llamativos, pensó en acercarse y mirar, pero por su bienestar decidió permanecer en el marco de la puerta.

Trae la mochila azul... la que está encima de tu mueble... ¿sí? —Su madre apenas le miraba por estar cuidando las raíces protegiendo, también, las delicadas hojas verdes. 

¿La... de... estre... llas?—Susurró.

Notó el asentimiento de la mujer y caminó rápido hasta su cuarto, tomó la pequeña mochila verde para llevarla también ya que aprovecharía para guardar su libro y su libreta detrás de sus peluches colocando encima de los dos anteriores su pluma, una vez que sus cosas personales estaban guardadas miró hacia arriba encontrando el objeto que su madre pidió. Se estiró múltiples veces pero sus dedos apenas rozaban la tela de la mochila, suspiró cansado y buscó hasta encontrar su silla, la jaló produciendo un sonido chirriante para luego subirse en ella alcanzando su mochila, la apresó contra su pecho y bajó de un pequeño brinco. Salió del cuarto no sin antes mirar hacia sus peluches asegurándose de que nada se viera. 

Llegó y encontró, esta vez, a su madre lavándose las manos, caminó con más lentitud y dejó la mochila en la mesa.

Bien... trae suéteres tuyos, un cambio de ropa y tu pijama. —Sonrió.

¿Pi... jama? —Preguntó titubeante. 

Sí... —secó sus manos con la pequeña toalla amarilla— iremos este fin de semana con tu tía. 

Su sonrisa se borró, el fin de semana no sabe cuánto comprendía, se supone que vería a YoonGi... bueno, quizás el sábado no podría, pero aún podía pedirle a SeokJin que fueran al parque el domingo.

¿S-só... sólo... el sá-sábado?

Su madre, que estaba buscando agua fría en el frigorífico le miró seria. 

No... —sonrió suavemente cambiando su expresión— tu y yo regresaremos el lunes en la tarde...

Su corazón se estrujó y bajó la mirada triste. 

¿P-pue... pue... do... que-quedar... me? —Jugó con sus manos nervioso.

¿Qué? ¿Quieres quedarte con tu tía? —Arqueó una ceja. 

guardian angel ›› ymWhere stories live. Discover now