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Capítulo cuarenta y cinco «amor pt5»

«♪»

Apenas fue consciente de la puerta cerrándose tras de sí y abrazó al mayor por el cuello posando sus labios carnosos y rosados sobre los finos que estaban desprevenidos. Cuando se separó sonrió.

— Yoonie... —susurró aun con la sonrisa.

El mayor le abrazó y con ese abrazo caminaron torpemente soltando risas hasta llegar al sillón, lugar en el que se sentaron para seguir sonriendo.

— ¿Desayunaste? —Preguntó el mayor acomodándose en el sillón acurrucando su rostro en el hombro del menor.

— Quería comer... aquí. —Afirmó JiMin paseando delicadamente sus dedos contra las finas hebras del mayor.

YoonGi sintió las caricias de JiMin pasearse desde su cabellera hasta su cuello y se sonrojó por ello mismo, se acurrucó lo más que pudo y sonrió sintiéndose complacido por estar siendo abrazado no sólo por los brazos del menor, sino también por su corazón. Cuando ese pensamiento cruzó su mente la sonrisa se disipó, pues sabía que debía hablar seriamente con el menor.

— MinMin... —habló separándose— necesito... necesito que hablemos.

— ¿Sí? —JiMin le miró un poco sorprendido.

— Necesito que me respondas con la verdad, por favor. —El mayor tomó entre sus grandes manos las pequeñas de JiMin sintiendo sus dedos colarse entre los suyos.

— Siempre... digo la verdad. —Sonrió el menor.

YoonGi volvió a sonreír y bajó la mirada admirando el contraste, no sólo de sus pieles, sino del tamaño de sus manos.

— Dime... —YoonGi acaricio con su largo pulgar el dorso de la mano de JiMin— ¿Qué... qué sientes cuando... nos besamos?

JiMin se sonrojó y bajó la mirada apenado.

— Yo... —quedó en silencio un tiempo— uh... es... difícil. —Miró a YoonGi pidiendo paciencia.

— Tranquilo... —sonrió— sólo di lo que piensas... o sientes... no importa qué sea...

— Umh... —JiMin soltó las manos de YoonGi y lamió sus propios labios— yo... siento aquí... —señaló su vientre presionando con ambas palmas el mismo— un... bur... bujeo... —sonrió apenado— y... aquí... —sus manos viajaron hasta su corazón— aquí... se... siente bonito... —volvió a sonreír— yo... umh... —sus manos se alejaron y miró sus palmas, que había puesto hacia arriba siendo visibles— mis... ma-manos... sudan... —soltó una risa— y... —miró a YoonGi— soy... soy feliz... soy... libre.

YoonGi bajó la mirada pues cuando sintió los ojos de JiMin sobre él fue consciente de su sonrisa, misma que permaneció desde que le escuchó hablar mirando a la nada... misma sonrisa que seguía puesta en sus labios y que estaba teñida de un enamoramiento torpe pero sincero.

— Ah... ¿Y qué más? —Inquirió curioso.

— Ah... yo... sólo pienso... —bajó la mirada hacia su regazo— sólo... sólo pienso que... eres muy atractivo...

— ¿Lo soy? —Sonrió ladino mirándole.

— Sí... mucho. —JiMin se acercó— me gusta mucho Yoonie...

— Y... ¿desde cuándo, MinMin? —YoonGi no quería que JiMin se confundiera, pues todavía cabía la posibilidad de que el menor no mirara de aquella manera al mayor sino hasta que sucedió el beso.