Capítulo sesenta y uno «cena pt2»

92.1K 9.3K 7K
                                    


«♪»

Movió las manos con medo sobre su regazo acomodándose en el sillón café claro que hasta ayer era totalmente cómodo, pero el día de hoy se mostraba como un pequeño cosquilleo en su vientre y piernas, por lo que se entretuvo acariciando uno de los cojines jugando con las pequeñas cascadas de hilos que colgaban desde cada una de las puntas del mismo. Sus pies se removieron inquietos sobre la alfombra sintiendo la textura de la misma entre sus calcetines. Miró al mayor salir del cuarto, acomodándose difícilmente su camisa mientras trataba de despedirse de alguien por el teléfono. Él, siendo presa de sus nervios, se levantó acercándose al que tenía dificultades y lo ayudó acomodándole los botones del cuello de forma ordenada, sus movimientos fueron lentos y precisos, pues apenas abotonaba uno y miraba la brillosa tela negra de alrededor esperando no haberla arrugado. Tanta era su concentración con aquellos botones negros que no se percató cuando la llamada finalizó y cuando el objeto de su ayuda simplemente lo miraba con una mínima sonrisa.

Gracias, MinMin... —escuchó su voz grave e inmediatamente levantó la mirada.

Se sonrojó un poco y sonrió haciendo que sus mejillas apresaran sus pequeños ojos a la vez que mordía su labio intentando no soltar todas las pequeñas carcajadas que llegaban producto del nerviosismo. Pues cuando lo encaró pudo ver que el cabello del mayor había sido despejado un poco de su frente, aquella mínima acción lo hacía ver mucho más maduro y varonil, sus cejas se mostraban pobladas y erguidas dándole un aire de seriedad. Sí, le gustaba mucho YoonGi.

JiMin acarició el cuello de su camisa delineando el plateado suave en el exterior para luego terminar acariciando la piel nívea, le gustaba mucho cuando usaba aquellas telas finas y delgadas que enmarcaban sus hombros definidos o su abdomen plano, por ello no pudo evitar pasear los dígitos por entre la tela nuevamente.

Me... gusta como... te ves... —susurró entrecerrando sus ojos para acercarse y besarlo.

Fue un corto contacto, uno apenas perceptible entre ambos labios, sus manos se encontraron y el menor escondió sus avergonzadas mejillas en el cuello del mayor. Suspiró tratando de tranquilizarse pues los latidos de su corazón causaban picor en sus manos y sus mejillas.

Tú también te ves muy bien, MinMin... —levantó poco a poco la barbilla del menor apreciando su piel suave por la reciente crema corporal de fresas que usó además del bálsamo en sus labios añadiéndole brillo— me dan ganas de no salir y simplemente quedarnos aquí...

Soltó el rostro del menor apreciando por un segundo más su ropa; consistía en una camisa blanca de cuello mao* con botones puramente blancos mientras que encima se posaba un suéter grande color crema liso en casi toda su totalidad exceptuando los puños, en los que se mostraban puntadas más gruesas formando cadenitas, dicho suéter estaba colgando libremente haciendo que su piernas —envueltas en un pantalón suave negro— resaltaran por lo torneadas que se mostraban. Suspiró y miró los ojos del menor que seguían analizándolo, preguntando con la mirada si es que se había vestido mal.

Muy guapo. —Afirmó acariciando el labio inferior tratando de no dañar el bálsamo que agregaba luminosidad.

JiMin soltó una risa y lo abrazó con fuerza, una vez más apresó entre sus palmas la cabellera del mayor procurando no despeinarlo, le gustaba enterrarse en su cuello porque olía a una loción puramente masculina y adoraba eso. YoonGi siguió abrazando al menor para luego acariciar las hebras acomodadas, tomó su mano para mirar con detenimiento la pequeña pulserita dorada que resaltaba en su piel. Pocos instantes después un pequeño ruido, producto del timbre, comenzó a resonar en el departamento. Se separaron y el mayor constató que se trataba del taxi. Rápidamente JiMin tomó su pequeña mochila, su bufanda y suspiró nervioso mientras apagaban las luces del departamento. Se tomaron de la mano entrelazando los dedos con suavidad soltando el pesado aliento. Poco a poco pasaron por el pasillo hasta llegar al ascensor donde JiMin jugueteaba con los dedos del pálido.

guardian angel ›› ymWhere stories live. Discover now