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«epílogo»

«♾️»

Salió de su trabajo encontrándose con el paisaje iluminado, el calor por fin había arribado con su característico cielo azul, nubes delgadas y flores coloridas en las jardineras. Llevaba en las manos unos cuantos libros y cuadernos que iba llevar a casa, además de una caja con sus cosas, como una planta de oficina y su pizarrón de corcho. Debería empezar a organizar sus propios planes de estudio y metodología de enseñanza, sobre todo porque desconocía cómo eran los alumnos en aquella zona así que debía irse preparando con planes alternos. Habiendo sido jefe en maestros no consideraba la enseñanza ortodoxa, misma que aplicaría en la nueva escuela; no obstante por esa misma forma de enseñar había hecho una reputación, así que conocía a algunos otros profesores, más jóvenes que él, querían seguir un camino similar y por lo tanto le pedían consejos de estructura o de inspiración. Sentía que debía apoyarlos, además claro de capacitar en todo lo posible a su reemplazo.

Mientras unos alumnos movían la mano saludándolo diciéndole "lo extrañaremos", deseándole unas vacaciones tranquilas, YoonGi recibió un mensaje. Sacó su teléfono del pantalón con incomodidad, sonriendo al leer.

MinMinnie
>> ¿Puedes pasar a hacer unas compras? Me retrasé un poco.

Afirmó con un emoji sencillo mientras se encaminaba hacia su vehículo. Abrió la puerta trasera metiendo los documentos, libros, la caja en sí y la mochila negra que siempre cargaba. Rápidamente procedió a aflojarse la corbata con un movimiento, sintiendo calor. Aún con la puerta trasera abierta acomodó sus mangas subiéndolas, dejando su reloj expuesto. Otros alumnos corrieron saludándolo, respondió de la misma forma, con solo un movimiento de brazo. Caminó lentamente, después de cerrar la puerta, hacia el asiento del conductor. Comenzó a manejar lentamente, viendo a los chicos juntándose en esquinas, seguramente planeando a dónde ir durante los próximos días. Se paró en un semáforo que aprovechó para prender la radio, escuchó una canción del momento, no le parecía incómodo, mientras hubiera algo que lo acompañara en su camino, no había gran problema. Afortunadamente, quizás por la hora o el día, las calles se encontraban particularmente vacías, solo unos cuantos vehículos particulares. Arribó en menos de quince minutos al supermercado, aparcó con facilidad, después de tantos años aprendió a hacerlo. Bajó con una bolsa de mezclilla sencilla que su pareja había hecho.

— Necesito... —murmuró para sí mismo— leche... huevo, cereal, verduras... —soltó una risa— ¿Qué significa verduras? ¿Tomó las que sea? —Habló consigo mismo mientras guardaba el teléfono en su pantalón.

Una vez dentro comenzó a tomar los alimentos poco a poco, una caja de cereal, de la cual leyó los ingredientes con lentitud, pensando en cuál sería mejor. Aprovechó también para mirar una caja pequeña de cereales en forma de animalitos que además tenía bombones, JiMin seguramente se enojaría si llegase a tomarlos pero duraría poco, le sonreiría para después susurrarle algo en los labios, pero estaban en tiempos donde no debían guardar mucha comida, así que lo evitó. Atravesó por la zona de cafés, escogiendo el de su marca favorita, también escogió una pequeña caja de té. El lugar donde más tardó fue en las frutas y verduras, su pareja le había explicado muchas veces cómo debía escoger las mejores manzanas pero él seguía viéndolas todas iguales. Aun así, hizo su mejor esfuerzo por tomar las que estuvieran menos lastimadas. Escogió una lechuga, sabía que hoy cenarían ensalada, como todos los viernes, buscó también un par de calabacines y cebolla larga.

— Mmmm... —miró la lista en su teléfono— ¿Qué más? —Sus ojos vieron al frente encontrándose así las galletas, atreviéndose a comprar dos paquetes, sabía que JiMin lo regañaría pero valía la pena por comerlas con el helado restante.