SEI

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Deje que mi cuerpo se posara en el frió pasto, cerca del enorme árbol delante de la casa de Luke. Mientras llevaba el teléfono hacia mi oreja, sin ignorar que Luke posaba sus ojos sobre mi por la ventana de la cocina.



-¿Katrina?



-Cassie. ¿Donde estas?



-Estoy en casa de Luke - fruncí el ceño al escuchar el tono de voz de Katrina, sonaba alarmada, preocupada... Y eso era un tanto extraño para alguien que todo lo toma a la ligera.



-Athan y yo, fuimos a buscarte luego que te fuiste. Entramos a tu casa y todo estaba destrozado. ¿Que paso allí?.



¿Había forma de quedar sin habla de la nada? Si, si había. Y aquellas palabras crearon tal nerviosismo en mi que quede plasmada.



Sin embargo, me aliviaba de estar a kilómetros de aquella casa, pero la sensación de que me pasara algo, aun estaba.



Absurdo, todo era tan absurdo que no podía caber en mi mente. ¿Que pasaba por la cabeza de aquel hombre que lo hacia reaccionar así? ¿Y que mierda hacia yo para que el se las cobrara con mis cosas personales?



No obstante, las ganas de lidiar con lágrimas no se hicieron ausentes. Luke aun miraba por la ventana. Me protegía, pero no era suficiente. Corrió las cortinas y me dejo allí. Que el viento golpeara mi rostro. Me mordí el labio superior, cerrando los ojos, tienes que ser fuerte, me dije a mí misma.



-¿Cassie, estas ahí?



- Si, si. Uhm, Katrina.. Tengo que irme, te marco luego.



Me quede media embobada mirando en dirección de la ventana. A veces dan ganas de huir de todo, dejar cada cosa atrás.



Y fingir ser "fuerte", no era mi fuerte.



Como el talón de Aquiles, quien diría que semejante hombre sería derrotado por una flecha. Se supone que cuando el enemigo ataca, nunca deberías dejar a flote tus debilidades, pero aquel hombre me asustaba de tal manera, que mis miedos se hacían presentes.



Arrastrando mis pies entré a la casa y subí los escalones. Divisé que Luke estaba viendo un juego de futboll y que estaba tan concentrado, que me mordí la lengua para no saltar con el suceso del desastre..



-¿Luke? -murmuré en vano, estaba tan metido en su juego que a penas pestañeaba. Negué con la cabeza... ¡Hombres! Me adentré en mi cuarto dando un portazo. La verdad es que... ¡Menuda vida!

Enamorada de su acosador |Luke Hemmings| EDITANDOWhere stories live. Discover now