UNO |SP|

3.7K 184 20
                                    

Un saco de boxeo, así me sentía. Rellenada de golpes por cada esquina, aplastada por una manada, adolorida y jodida.


Abrí mis ojos de golpe, me removí, y me maldije a mi misma por ello. No solo detestaba el dolor cuando se contraían mis músculos, sino que también detestaba cuando lo olvidaba, me removía y dolía el triple.


Tallé mis ojos con pesadez y estiré mis brazos a pesar de dolor acumulado en ellos, no  podía decir con exactitud que hora era, pero si sabía que había dormido alrededor de cinco horas después de llegar del trabajo.


¡Maldita sea!


Ahora entendía perfectamente porque Peter Pan nunca creció, si es una monada ser niño y no tener responsabilidades.


Miré el reloj, eran las 9:00 pm. Resoplé, solo había dormido tres horas, tres horas que pasaban tan rápidas. Dormir, era como respirar. <Duermes, inhalas, exhalas... despiertas>


No quería siquiera mover un pie fuera de la cama, pero debía dejar la flojera y ver a Sophie. Leny, una chica de dieciocho años cuyo trabajo era cuidar de Sophie mientras yo no estaba, me había informado que mi hija ya estaba durmiendo, antes de que yo llegara.


Era un poco extraño, ya que Sophie tenía un parecido con un terremoto... o quizá peor.


Leny, trabajaba también en una pizzería. La había conocido un año atrás cuando me había mudado a Londres, era una muy buena niñera.


Al comentarle que necesitaría a alguien que pudiera cuidar a Sophie mientras yo no estaba, Leny se ofreció rápidamente y sin rechistar lo aceptó, le pagaba bien, no era algo de lo que uno pudiera quejarse. 


Vislumbré a Derek, tirado en el sillón, dejando que el fuego de la chimenea lo abrazara, me acerqué a él y deposité un beso en su cuello. Él me sostuvo por la cintura y me sentó en su regazo.


Los músculos brazos de Derek apretaron mi cuerpo de tal forma que se me hacía casi imposible el poner resistencia. El frío viento invernal se podía sentir ya cerca y eso no quitaba que a pesar de tener alrededor de tres abrigos de lana encima y la pequeña chimenea encendida no sintiera el insoportable gélido clima.


Me abracé a él y miré con sigilo las llamas danzar en nuestras narices, Derek era un buen hombre. Aunque tenía poco tiempo conociéndolo, era honesto y siempre estaba para cuando lo necesitaba.


Teníamos dos meses de relación, y Sophie al parecer... lo aceptaba.


Por eso y muchas cosas más quería a Derek, sabía que la que estaría con él y conviviría con él sería yo, pero los gestos y el comportamiento de Sophie a su lado también era muy importantes para mi. Tenía bastante claro que si a Sophie no le cayera bien este chico... las cosas serían distintas.


Derek Smith, era de Londres, sus padres americanos. Lo había conocido un día en el cual fue a una de las tantas consultas de Zachary, para él fui el típico caso de amor a primera vista, pero para mi, fue más bien... cariño.

Enamorada de su acosador |Luke Hemmings| EDITANDOWhere stories live. Discover now