Enamorada de su acosador |Luke Hemmings| EDITANDO

Capítulo 16._

  -¿Qué piensas?.- susurró mientras mordía con delicadeza el lóbulo de mi oreja. Ladé un poco la cabeza para darle más acceso a mi cuello, Luke no perdió tiempo la fila de besos húmedos por el susodicho crearon que mi mente se tornara blanca y pesada.

Solté un jadeo, sus manos viajaron directamente por debajo de mi camisón, subiéndolo lentamente. Causando con cada toque que mi cuerpo se tensa.

Respiré profundamente,

  -No quiero irme.- farfullé segundos más tarde. Luke apretó en sus manos mis pechos, dejando que de mis labios saliera un audible y ronco gemido. Apresando mis pezones entre sus dedos. Respiré profundo intentando calmar las sensaciones que provocaban sus toques en mi.

  -Pero tienes que hacerlo.- balbuceó dando otro apretón, una de sus manos se posicionó en la silueta de mi cintura, apegandome más a el.

Dejándome sentir lo excitado que estaba. Entonces lentamente comenzó a subir el borde de mi camisón, dejándome a los pocos minutos sin el y totalmente desnuda para el.

Luke me tomó entre sus brazos, posicionandome justo en el centro de la cama. Agradecía mentalmente que Sophie no estaba ahí, sino en la habitación de al lado.

Poco a poco se fue despojándose de su ropa por igual, pude admirar los recientes y crecientes músculos que se adornaban su cuerpo. Luke era algo así como perfecto. Solté un suspiro cuando sus labios se dirigieron a los míos, mientras el marcaba el paso entre nosotros, la excitación que emanabamos era electrizante.

Sus labios se apartaron de los míos para dirigirse sin perder tiempo a mi cuello, dejando una línea de besos, causando que arqueara la espalda y ladeara un poco el cuello para darle más acceso.

Luke subcionó con fuerza uno de mis pezones, solté una maldición dejándole llevar. Dejándole caer en un abismo, pero un abismo de lujuria, de placer. Completamente de pasión.

Sus manos bajaron con avidez hacia mi intimidad mientras sus muslos separaban mis piernas para darle más entrada. De repente sentí su mano juguetear con ni clitoris, estimulándolo. Pellizcándolo, provocando que me revolcara debajo de el.

Cuando ya podía pedir a gritos que lo quería dentro de mi, Luke se dió cuenta de ello.

Podía decir que era una urgente necesidad de sentir su cuerpo encima del mía, dejando que el sudor caliente de su cuerpo se apegará al mío de una forma excitante y inimitable.

Paulatinamente, haciendo que la poca cordura que quedaba en mi, desapareciera para convertirse en una nube blanca que empañaba mis sentidos.

Luke arrancaba jadeos de mis labios, cerré mis ojos mientras me agarraba con fuerza al edredón colocado en el cuarto desconocido para ti. Perdí toda la noción del tiempo en ese instante, solo existimos Luke y yo.

  -Mirame.- masculló de forma entrecortada. Abrí con suma pesadez mis ojos y me ví obligada a soltar todos los gemidos y jadeos que tenía retenidos en mi garganta.

Luke lo hacía de una manera salvaje, pero a la misma vez con dulzura. Sus tocadas danzaban en la manera siguiente: lento, duro y retomaba la marcha nuevamente. Fui testigo de como sus manos agarraron con fuerza mi cara y sus labios apresaban los míos.

Me dejé llevar. Acalló mis nervios, el éxtasis que a cada segundo se adelantaba poco a poco. Cerré mis ojos y clavé mis uñas en su espalda, podía sentir cerca el ardor recorrer cada partícula de mi interior.

Un ardor que terminaba explícito por mi intimidad. Tiré la cabeza hacia atrás mientras los gruñidos de Luke se hacían audibles al igual que los míos.