Capítulo 3._

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Pasmada, así estaba luego de que Derek me había gritado y se alejara hacia la puerta para salir de la casa, se había marchado, y lo que más me enojaba era que ni siquiera tuvo la decencia de girarse y decirme un asqueroso "disculpa".

Aspiré con fuerza, lo que debía aguantar. No sabía si debía llorar por la enorme impotencia que sentía, o llorar por simplemente llorar y ya.

Tenía alrededor de tres horas mirando el techo, sin cerrar los ojos.

El que Derek me gritara solo empeoraba las cosas, cuando un hombre le grita a una mujer por primera vez y vé que ésta no hace absolutamente nada, esto se hace un hábito y yo no era del tipo de mujeres que le aguantaba mierda a un hombre.

Me mordí el labio el inferior, aunque me preocupara de que no sabía en donde diablos se había metido, tenía que mantener un poquito mi orgullo.

Estaba bien consciente de que había hecho mal en arrebatarle el teléfono e invadir su privacidad, pero.. ¡Carajo, no así!

Existen miles de formas para decirle a una persona lo que está mal, pero.. ¿Gritarle? ¡Que cojones tenía él!

Y que pendeja yo por no haberle dando un puñetazo, al parecer eso me dolía más que nada, el no haberle golpeado, a que él me haya gritado.

Cerré los ojos con fuerza, el no aparecía, y eso me preocupaba.

Me acosté de lado, haciendo presión en mi hombro derecho, aunque sabía que al día siguiente despertaría con el menudo dolor muscular, me importaba un rábano con el enojo que tenía.

La cama hundirse del lado vacío, me dió a entender que él ya había llegado a casa y que quería arreglar las cosas ya que tenía un brazo metido por mi cintura, apretandome y estrujandome en su pecho.

Me removí.

Gruñí por lo bajo, intentando hacerme la dormida, era pésima mentirosa, no servía para mentir.

Derek me removió un poco y me giró, posicionando mi cabeza en su pecho, dandome un leve masaje en la espalda que me estaba haciendo dudar si debía darle el puñetazo.

-Perdoname.- su voz se quebró, me mordí la lengua para no soltar una maldición y aferrarme a su cuello, olvidando todas las palabras anteriores. Quería a Derek, pero tambien tenía que ser prudente y saber que amor no quita conocimiento.- No quise hablarte de esa forma, tuve un día bastante agitado y pues..

Suspiró, suspiré, lo miré. Sonaba sincero.

-En verdad, perdoname ____________. No quiero gritarte, en realidad no me gusta, a ti no.

-Ya no importa, Derek.- susurré depositando un beso en su cuello.- Ya pasó.

-Si, pero.. no quiero que te lleves una imagen falsa de mi, y-yo realmente te quiero y quiero que lo nuestro sea lo bastante serio.

Intenté digerir bien sus palabras, pero estaba totalmente en blanco.

-S-solo prométeme que nunca más me gritaras.- murmuré.- Prometeme que ésta fue la primera y la última, yo te quiero Derek, pero no soportaré una segunda vez.

Derek asintió, al parecer captó lo que le había dicho y eso me frustraba.

-Quiero que lo nuestro sea oficial.

Suspiré temblorosa.

-¿Q-que quieres decir con eso?.- tartamudeé. ¿Qué significaba para él ese "quiero que lo nuestro sea oficial"? porque cualquiera podía entender lo que se le plazca.

Lo miré pensativa, esperando su respuesta. Derek en su intentó de responder, lo que hacía era que soltaba suspiros que me ponían los pelos de punta.

Enamorada de su acosador |Luke Hemmings| EDITANDOWhere stories live. Discover now