SEDICI

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Un mes después...




Una enorme nube negra se estaba formando sigilosamente en el cielo, dándome a entender que caería un diluvio en pocas horas. Unas cuantas chicas entraron por la puerta haciendo un espantoso balbuceó, ignoré por completo los ruidos y enfoqué mi mirada en el cielo <será un muy buen día> me dije con ánimos.



—¿Me veo bien? —preguntó Amalia, sacándome de golpe de mis pensamientos —¿Crees que Athan...



La corté. Sabía perfectamente la angustia que sentía aquella chica en esos momentos.



—Estás hermosa, le vas a encantar.



Suspiró nerviosa, y la entendía ¿Quién no se sentiría así en el día mas importante de su vida? Uno no se casa todos los días.



Caminé bastante nerviosa en frente de un montón de conocidos, sin embargo me tragué todas mis preocupaciones y lo demostré con una sonrisa. Athan, estaba parado al final del largo y decorativo pasillo, se veía muy guapo y por los leves golpes que estaba dando con sus dedos en su pierna me dí cuenta que estaba más nervioso de lo que estaba yo.



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—Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio a...



Sintiendo un descomunal escalofrió recorrer cada parte de mi cuerpo, giré mi cabeza con cautela hacia atrás, me sentía nerviosa y a la vez inquietante, tenia la leve sospecha de que un par de ojos me observaban detenidamente y  aunque sonara ilógico, tenía cientos de ojos encima, pero la que sentía era más... intensa, más penetrante.



Haciendo caso omiso a aquel sexto sentido que me jodía mi vida desde hace ya un mes, tomé mi postura anterior e ignoré completamente aquella presión en mi pecho. Escuché con sigilo lo que el sacerdote decía.



Eché una mirada a Athan, se veía hermoso con aquel smoking y ni comentar de la enorme sonrisa que reinaba en sus labios.



Hace semanas, me había presentado a una chica llamada Amalia, diciéndome que le propuso matrimonio y que ella gustosa aceptó. Me sentía feliz por él, por lo menos el si pudo tener un amor tranquilo y no tan inquietante y peligroso como el mío.



Me mordí el labio con fuerza. Era mejor olvidar sentimientos, ya que Luke sentía por mi una jodida obsesión, mientras que yo... Un audible "Si, acepto" me sacó de mis pensamientos, forzando una sonrisa hacia Athan que me miraba fijamente.

Enamorada de su acosador |Luke Hemmings| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora