Capítulo 18._

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Habían pasado dos semanas desde la última vez que ví a Luke. Siempre llamaba, pero no contestaba. Incluso podía ver un auto negro perseguirme cada día, era él.

Era como si volviéramos al pasado, pero esta vez no quería nada con el.

Solo pensaba, ¿Cómo se sentiría Sophie si en un futuro se entera de que su padre mató a mi mejor amigo? No se sentiría orgullosa de eso. ¿Quién se sentiría bien sabiendo que su padre es un posible asesino?

Tragué saliva mientras posaba mis piernas en el borde la ventana.

No tenía a donde ir, y el dinero no me alcanzaba como para pagar un hotel, así que me ví obligada de volver a casa.

La primera vez que entré, después de tanto tiempo, me sentía extraña, tan vacía sin Sophie que daban ganas de echarme a llorar en pleno suelo. Me contuve, ante tanta mierda, lo único que me quedaba era ser fuerte y enfrenter mis problemas.

Todo estaba desordenado, como si hubiese pasado un siglo y nadie habitara la casa.

Aún seguía pensando en Luke, y me preguntaba muchas veces. ¿Por qué siempre había un fallo? ¿Por qué la felicidad no tocaba a mi puerta?

Tenía a Sophie y ella me bastaba para ser la mujer más feliz del mundo, pero..

Honestamente, llegué a pensar que el mundo era una jodida mierda, que no podemos alardear tanto de nuestra felicidad, porque en un abrir y cerrar de ojos todo se esfuma.

Había aprendido tantas cosas en solo dos malditas semanas, y todo gracias a Luke Hemmings.

Poco a poco fui comprendiendo que no podía estancarme en un abismo, tenía que darle la cara a todo y sonreír, aunque el dolor en mi pecho cada segundo se extendía.

Sabía que Luke me amaba, pero siempre hacía algo que lo mandaba a la mierda, me cuestioné a mi misma. ¿Realmente el me amaba?

Zachary iba cada vez que podía a estar conmigo, no me quejaba. Aunque el estaba enamorado de mi, siempre mantenía su palabra de que nada cambiaría entre nosotros, agradecía eso.

Porque estaba en uno de esos momentos, en los cuales necesitas un amigo. Un hombro en el que apoyarte, seriamente Zachary era un buen hombre, no quería compararlo con Luke, porque se sentiría fatal.

Pero por lo menos Zachary no la cagaba cada vez que podía.

En esas dos semanas, había llorado tanto que comencé a dudar si aún quedaban lágrimas por salir, apostaba a que había una sequía interior, como un desierto, tal vez hacía estaba. Desierta.

Si había pensado que Luke era mi soporte, me había equivocado. Y mucho. Mi único soporte era mi hija. Fin.

  -No deberías pensar en el. ¿Sabías?.- me volví hacia esa voz.

Zachary estaba tumbado en la cama con una bolsa de comida en su regazo. Fruncí los labios, le había dado una llave de la casa, para que entrara cuando quisiera.

Asentí, dándole la razón.

  -No debería hacer muchas cosas Zach, pero sin embargo las estoy haciendo.

Me encogí de hombros, entendiendo que eso que le había dicho, significaba algo muy importante para mi. Como que, no debería amar a Luke.

  -Uno no elige de quien enamorarse.- dijo frunciendo el ceño.

  -Pero si elegimos por quien sufrir.

  -Deberías salir un momento.- murmuró.

Negué con la cabeza, aún sabiendo que si necesitaba distraerme aunque sea solo unos minutos. Lo miré unos segundos, Zachary sonrió, el sabía que si anhelaba pasar un rato y olvidarme de todo.

Enamorada de su acosador |Luke Hemmings| EDITANDOWhere stories live. Discover now