Prólogo

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Su furia no merma. Camina sin control de un lado a otro. Se detiene frente a la gran ventana del pent-house y observa fijamente la oscura nubosidad de aquel cielo gris. Ya han pasado algunas horas desde que ella se ha ido con él. Aprieta con fuerza la copa y da un gran sorbo. El whisky quema en su garganta. Esa sensación le agrada y le relaja un poco. No obstante, su enojo vuelve a crecer sin poder evitarlo. "Maldita seas, Haylin, tú y Kerian". El móvil vibra en el bolsillo de su vaquero. Con fastidio, lo saca y contesta. Escucha con atención. Él es cortante y directo al hablar.

-Encuéntralos cuanto antes. No pierdas más el tiempo -musita grave y corta la llamada sin esperar una respuesta.

Mete el móvil a su bolsillo y suspira con pesadez. Miles de pensamientos se cuelan en su cabeza. Espera que esa persona no cometa ningún error. Todo tiene que marchar bien. Todo tiene que salir al pie de la letra para dar con el paradero de Haylin. Sólo así, podrá hacerle pagar. No haber acatado sus órdenes lo ha incitado. Y ahora, Kerian será su principal víctima; su próximo títere. Haylin no tiene idea de con quién se ha metido, pero pronto lo descubrirá, de alguna manera.

Se da la vuelta y bebe lo que queda de whisky. Luego, con suma fuerza, lanza la copa contra la pared de mármol mientras profiere un grito de furia. Los vidrios hecho añicos quedan esparcidos en el suelo. Él respira descontrolado; su pecho sube y baja con rapidez. Aprieta la mandíbula. Cierra sus ojos por un instante tratando de encontrar la calma. Sin embargo, ésta no ha llegará aún y él lo sabe. Su paz llegará sólo cuando Haylin esté entre sus brazos y Kerian bajo tierra.

***

Recorre las grandes calles de Manhattan pensativo, furioso y confundido a la vez. Su chaqueta de cuero le permite pasar desapercibido entre los demás. Cubre su rostro con la capa. Nadie le conoce, nadie sabe quién es él allí y qué ha hecho. Él no cree ser malo. Sólo ha actuado por amor y eso no es un delito. ¿Por qué nadie le entiende? ¿Por qué la policía está tras él? ¿Por qué lo quieren encerrar en un hospital psiquiátrico? No le gusta en lo absoluto. Es un ambiente sombrío y agónico. ¿Por qué Haylin dice no amarlo? ¿Por qué? Él presiente que está mintiendo; su corazón se lo dice. ¿Acaso él le está obligando a mentir? ¿Cuál era su nombre? Ah sí, Kerian. ¿Por qué ella está con él? ¿Por qué le está traicionando de esa forma? No lo sabe, pero lo averiguará de cualquier manera. No se quedará quieto hasta encontrarla.

Su destino es estar junto a ella a pesar de todos los obstáculos que se les interpongan. Él sabe que ese tal Kerian representa uno. Y si éste no se aparta de Haylin por las buenas, él le hará alejarse por las malas, de cualquier forma. Así tenga que ensuciarse las manos otra vez, como lo hizo en aquella última ocasión. Pero antes de hacer todo eso, debe de encontrarla. ¿Aquello que vio en el móvil de Haylin significaba algo? ¿Los Ángeles? Sí, eso fue lo que leyó mientras Haylin dormía esa mañana en su departamento. ¿Es hacia allí donde va? No lo sabe, pero lo investigará.

Ahora, si todo esto resulta ser cierto, tendrá que buscar, de alguna manera, el medio para poder llegar hasta ella. Es consciente de que puede ser difícil encontrarla. Es un viaje muy largo. Pero no le importa cuánta distancia tenga que recorrer por estar a su lado. No se rendirá tan fácil, de eso está seguro. Todo valdrá la pena si es por ella.




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Haylin: Derribando tus miedos |PARTE 2| © |TERMINADA|Where stories live. Discover now