Capítulo 28

488 81 18
                                    

Kerian

Hemos llegado con tiempo de sobra al aeropuerto, según me dice Haylin. Me ha entrado una llamada hace poco no más llegar, me apartado un poco y he contestado. La cálida voz de Rebecca atraviesa la línea. Me saluda amable y no duda en preguntarme cómo hemos estado. Inevitablemente, todo lo que ha estado ocurriendo en los últimos días se me viene de manera inoportuna a la cabeza. Intentado ser lo más cauto posible, le cuento parte de la historia, omitiendo ciertos detalles.

—No sabes cuánto me alegra escuchar esto. Me alivia saber que ya van de camino. Aunque me cueste aceptarlo, cuanto más lejos esté de Víctor y Gael, mejor será para ella. Necesito que mi niña esté completamente tranquila y segura. Quiero que retome su trabajo de alguna manera, que lleve una vida normal como cualquier otra persona. En fin, deseo que la misma Haylin de antes, valiente, entregada y decidida con lo suyo, vuelva —suspira con tristeza al decir esto último—. Por eso, sé que contigo allá, ella lo conseguirá. Tiene lo más importante, amor, apoyo y comprensión —sonrío al oírle decir esto último. Me pregunto vagamente qué opinaría si le hablase sobre la propuesta de matrimonio que le hice a su hija. Aun no sé si es prudente que se lo diga, pero… —. Enserio agradezco todo lo que haces por ella, Kerian, de verdad.

—Gracias por esas palabras Rebecca. Le aseguro que cuidaré a su hija de la mejor forma, con mi vida si es necesario, que no le quepa la menor duda. —Un delicioso aroma bastante conocido se cuela a mis fosas nasales. No hace falta mucho tiempo para que adivine de quien se trata. Haylin se me acerca por detrás y posa una mano en mi brazo—. Rebecca, aquí está su hija, se la pasaré… —le aviso.

No hace falta que diga nada más; ella acepta encantada. Me despido rápidamente y le entrego el móvil a Haylin, quien parece estar ansiosa por hablar con su madre. Al ser una conversación sumamente especial e íntima entre madre e hija, decido dejarles a solas para que charlen con total comodidad.

Muy bien, creo que este es el momento adecuado para que yo tenga una importante y necesaria plática con cierta persona, Fabiola. Me tiene tremendamente preocupado. He intentado por todos los medios aparentar que todo va bien desde aquella salida al Starbucks, que es cosa suya y de Stewart, pero… ahora mismo siento el enorme instinto como hermano de hablar con ella, de saber cómo se encuentra y si puedo hacer algo para ayudarle.

—Fabiola —murmuro en voz alta, buscándole.

—¿Sí? —escucho su voz entre el bullicio de todo aquel gentío.

Con el bastón, camino unos cuantos pasos más hasta llegar a ella. Cuando creo haber llegado, musito, intentando inútilmente no sonar serio y preocupado.

—Necesito hablar contigo.

—No hace falta que pregunte sobre qué, ¿cierto? —murmura, algo apesadumbrada. Asiento. Cuanto se nota su tristeza—. Es complicado, Kerian. Ni yo misma sé qué pensar de todo esto.

—Pues soy todo oídos hermanita, aquí me tienes, ya lo sabes; pero date prisa, que nos queda poco tiempo. —Un inesperado nudo se arremolina en mi garganta. ¡Mierda! No puede ser que me ponga sentimental ahora.

—Hermanito, todo es tan… —su voz se entrecorta.

De pronto y sin esperarlo, le siento abalanzarse sobre mí. Retrocedo un poco por el movimiento. Poco después, le noto sollozar contra mi pecho y le abrazo con todas mis fuerzas. El corazón se me desgarra al oírle así, totalmente desmoronada. Me será muy difícil dejarle así.

—Vamos Fabi, desahógate. Sea lo que sea que haya pasado entre ustedes dos, pronto se solucionará, no pierdas la esperanza…

Haylin

Haylin: Derribando tus miedos |PARTE 2| © |TERMINADA|Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ