Haylin: Derribando tus miedos |PARTE 2| © |TERMINADA|

Capítulo 20 (Parte 1)

Haylin

Termino de maquillarme. Me miro al espejo y sonrío. Asiento complacida con la imagen que observo; no he quedado del todo mal. Para la cena de esta noche, he decidido vestirme con algo informal, sin nada extravagante. Zapatos de tacón alto, una blusa de seda en blanco, un suéter en negro y unos vaqueros oscuros, han sido mi elección. Arreglo un poco mi cabello rubio, dejándolo caer como una cascada sobre mis hombros. "Bien" me digo. "Estoy lista".

Sin embargo, y sin poder evitarlo, las dudas me invaden. ¿Me llevaré igual de bien con el resto de la familia de Kerian? No lo sé, pero espero ansiosa a que sean igual de cordiales que el señor y la señora Grayson.

Al salir del baño, observo el móvil de Kerian sobre la cama. Se me ocurre una idea. Aprovecharé para llamar a mi familia y desearle una feliz noche buena. Suspiro melancólica al recordarles. Cuánto me hubiese gustado pasar este día con ellos. Las circunstancias del destino no me lo han permitido. Las sorpresas que me he llevado en las últimas semanas, lo han cambiado todo. Víctor mostrando su verdadera cara y Gael, fuera del hospital psiquiátrico. Ha sido tanto lo que he vivido. Y hablando de este último... me pregunto si la policía ya le habrá encontrado. No he sabido nada de él desde que llamó y mandó ese inquietante mensaje al celular de Kerian. Espero que sí le hayan atrapado. Cruzo los dedos mentalmente porque así sea. No quiero ni imaginarme el cómo sería volver a enfrentarle o siquiera a verle. Ya suficiente he tenido con Víctor. Lo único que necesito ahora es poder vivir en paz junto a Kerian, nada más.

Tomo el móvil con prisa y le marco a mi madre. Al tercer tono, ella contesta.

-¡Mi niña!

-Hola mamá ... ¡Feliz noche buena! -trato de sonar lo más feliz que puedo. Sin embargo, un nudo se ha comenzado a formar en mi garganta al escucharle -. ¿Qué tal ha ido tu día?

-De maravilla, hija. Estoy a punto de servir la cena. No te quiero hacer la boca agua, he cocinado un pavo y me ha quedado delicioso.

Sonrío al oírle.

-Lo imagino -suspiro triste-. Tú siempre cocinas delicioso.

Escucho algo de silencio al otro lado de la línea.

-Y tú, mi niña. ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? Te escucho algo cabizbaja.

-Eh... no. Estoy bien -miento-. Es sólo que... me entristece no poder estar con ustedes, nada más -susurro con la voz entrecortada. Estoy tratando con todas mis fuerzas no llorar.

Le esucho suspirar.

-A nosotros también mi pequeña. No sabes cuánto. Pero no te preocupes, muy pronto toda esa situación que te rodea, se acabará y podremos vernos sin ningún problema. Sólo ten fe y no te dés por vencida.

-Ay ma, que Dios te escuche, porque a veces siento que no me quedan fuerzas para seguir... -y me derrumbo sin poder remediarlo.

***
Kerian

Tarareo impaciente con mis dedos sobre el borde del sofá. Esto porque Haylin aún no bajado. Me ha dicho que se estaría preparando para la cena. Pero... ¿por qué se tardado tanto? ¿Es normal ó es idea mía? No lo sé. Quizá sea idea mía. Estoy tanto tiempo a su lado que, un segundo sin ella, para mí ya es una eternidad.

Hoy, por primera vez en tanto tiempo, trato de alejar un poco todo lo relacionado a Víctor y la preocupación que me genera el pensar que pueda aparecerse por aquí de repente. Me he ordenado a mí mismo, no darle tantas vueltas al asunto, esto al menos por hoy, que es noche buena. Hoy sólo quiero disfrutar plenamente de mi familia. Además, muero por presentarles a Haylin, sé que la amarán igual que mí.