Capítulo 3

983 110 8
                                    

Kerian

Presto suficiente atención a lo que Haylin me va comentando. Mientras lo dice, le abrazo intentando evitar que se desmorone o se sienta culpable de alguna manera por lo ocurrido con su móvil; aunque sé que esto último ya es inevitable. Yo trato de no alarmarme demasiado. De seguro esa última llamada no tiene nada que ver con Gael. Enserio, ¿a quién quiero engañar con esto? Era un hombre el que hablaba. Su voz se oía algo apagada. Claro que fue él quien llamó. Debo de permanecer con la cabeza fría para pensar con claridad qué haremos para que esto no nos afecte ni nos ponga en peligro. No quiero que mamá ni papá se enteren de esto. Tampoco quiero involucrarlos. Ya suficiente tengo con que Fabiola y Stewart lo sepan.

Hablando de Stewart, éste último me ha prometido que apenas llegue a New York, se encargará cuanto antes de hacerme llegar las pertenencias de Haylin. Además, le he dicho que se hiciera cargo del último pago de alquiler del departamento si hacía falta. Por último, y no menos importante, le he ordenado que cuidara muy bien de Fabiola, que estuviera con ella todo el tiempo si era necesario; esto para evitar cualquier inconveniente o posible peligro para ella. No he pensado en lo inesperada que ha sido su relación para mí y creo que no me ha importado demasiado por el simple hecho de que sea Stewart. Llevo muchos años conociéndole y sé que es una persona responsable y seria.

Mamá, mientras me llevaba a solas con ella esta tarde, me contó del motivo de su reacción en el comedor cuando se enteró de su relación. En un inicio, estuve a punto de perder toda mi confianza hacia Stewart, pero conforme avanzaba con lo que me decía mamá, mi confianza hacia él permaneció intacta. Mi madre se sintió un poco apenada con ello. Dijo que se disculpó con ambos por haber sido tan dura en un principio. Incluso invitó a Stewart a la cena que ella organizará en noche buena.

—¿Te sientes bien preciosa? —beso su frente y acaricio su cabello. Ella asiente contra mi pecho.

Tomo su rostro entre mis manos y limpio algunas vagas lágrimas que ha derramado. Me acero a ella y le doy un suave beso.

Cuando le voy a volver a besar, me pregunta susurrante:

—¿No estás enfadado conmigo por esto?

Frunzo el ceño, sonrío y niego.

—No tendría por qué estarlo. Esto no ha sido culpa tuya mi vida, entiéndelo.

Le escucho suspirar.

—¿Sabes? Me percaté de esto en el auto al llegar. Por eso desperté asustada, Kerian. No me gusta nada esto. Pensar que el maldito de Gael pueda tener alguna referencia sobre dónde nos encontramos o hacia dónde vamos, me asusta. No me siento segura sabiendo que pueda encontrarnos, que pueda encontrarte y hacerte daño.

Asiento comprensivo.

—No puedo decirte que no te preocupes, porque sé que de igual forma te preocuparás —río—. Pero... no pienses tanto en eso ahora. Él y el canalla de Víctor no tienen ni la más remota idea de que nos encontramos en Ohio. Así que mantén la calma, preciosa.

—Pero Kerian... —musita preocupada—. Es imposible no pensarlo. Y más cuando pienso en la maldita idea de que, a cualquiera de los dos, se les pudiera ocurrir amenazarme con hacerte algo o hacerle daño a mi familia con tal de que yo regresase.

Suspiro. Sé que tiene toda la boca llena de razón. Esos malditos, y sobre todo Víctor, podrían amenazarle con esto para atraparle.

—Y hablando de tu familia... —musito—. Supongo que no has hablado nada de esto con ellos.

Su silencio me da la respuesta.

—Bueno, si no has hablado con ellos, porque no tomas mi móvil y les...

Haylin: Derribando tus miedos |PARTE 2| © |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora