Capítulo 20 (Parte 3)

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Haylin

Todo en mi cabeza es un lío. Me duele y no logro soportar el inmenso dolor que siento. Abro mis ojos de manera quieta y espero a que la luz los empañe. Sin embargo, ante ellos, aparece la misma oscuridad que vi antes de caer. Suspiro y observo con cierta dificultad todo a mi alrededor. Voy en un auto, y este está en movimiento. Todas mis alarmas se activan inmediatamente al comprender lo que está sucediendo. Hunter, sí, él me ha mentido con respecto a Nata, me ha dormido y me ha raptado; todo ha sido una trampa. Una trampa perfectamente elaborada por... No, niego mentalmente, no puede ser cierto. Víctor no puede estar detrás de todo esto, me digo. ¡Mierda! ¿A quién quiero engañar? ¡Claro que él está detrás de todo esto! Hunter es su cómplice. ¿Cómo? ¿Desde cuándo? No lo sé. Éste parecía tan serio -demasiado serio diría yo- y profesional. Jamás hubiese sospechado de él.

¡Kerian! Su nombre viene de golpe a mi cabeza y un dolor agudo me traspasa el pecho al pensar en él y lo que debe estar sufriendo. Cuanto le necesito, sobretodo ahora, que el miedo me ha hecho su presa. Necesito un beso suyo, un abrazo, que me diga que todo estará bien. Si esperarlo, las lágrimas azotan mis mejillas. Cuando intento mover una de mis manos para limpiarme las mejillas, me percato de que las llevo amarradas con una cuerda. Intento zafarme, pero el nudo que han hecho es perfecto e imposible de desamarrar. Maldigo para mis adentros. Con cierta dificultad, me siento sobre el asiento y miro hacia delante, con detenimiento. Hunter conduce, pero... noto que hay alguien más en el auto. De pronto, una mirada se percata de que he despertado. Esa mirada es conocida y se cruza con la mía por el espejo retrovisor. Mi corazón se paraliza al reconocer de quién es: Víctor Nolan.

Niego y cierro los intentando borrar todo aquello. No es cierto. Esto debe ser una pesadilla. No acabo de ver a Víctor, no. Es imposible. Ahora mismo, no cerebro no lo acepta.

Se gira sobre su asiento y me mira detenidamente a través de aquella oscuridad. Su aura es imponente y me pone los pelos de punta. Tuerce el labio en una sonrisa triunfante y malévola.

-Te lo dije nena, más pronto de lo que imaginabas. Ahora estás conmigo.

Yo le observo sin decir nada. Estoy segura de que puede vislumbrar el odio y el miedo que están dibujados en mi semblante. Me enfurece tenerle miedo y que no me deje en paz. Me encabrona no haber sospechado de sus intenciones en un principio y sobretodo, me enoja el saber que alguna vez lo llegué querer como a un padre más.

-¿No te parece un regalo estupendo de navidad el estar aquí, a mi lado? Porque a mí sí que me lo parece -ríe y mi sangre hierve. Hijo de puta-. Imagino que has de preguntarte cómo he logrado encontrarte, ¿no es así? -pregunta poco después y no espera a que le responda porque continúa-. Pues fue más fácil de lo que imaginé. Las coincidencias jugaron a mi favor. ¿Recuerdas las fotos que te mandé como regalo hace poco más de una semana? Hunter las tomó -le señala mientras este permance en silencio al volante-. Él estaba en esa boda -me informa-. ¿Sabías que la novia era su hermana?

Esto no me lo esperaba. Trato de no mostrarme sorprendida por todo lo que me ha dicho. Es increíble. Todo ha comenzado a encajar. ¡Claro! Ya recuerdo de dónde me parecía conocido Hunter; tropecé con él esa noche. Luego está lo de las fotos, de cómo se enteró de la dirección de la mansión de los Grayson. ¡Sí era el hermano de la novia! De alguna manera lo tuvo que averigüar.

-En fin... -continúa al notar que no voy a decir nada-. Otro evento afortunado fue lo de su contratación como guardaespaldas para los Grayson. ¿No te había dicho ya que las coincidencias me beneficiaron más de lo que yo podría haber pedido? -Sonríe y mi sangre hierve al ver el aparente triunfo en sus ojos.

Su sonrisa se esfuma al ver que permanezco aún en silencio. Su mirada ahora es escalofriante, me pone los vellos de punta. Se muerde el labio y recorre con su gris mirada todo mi cuerpo. Yo me encojo ante su escrutinio.

Haylin: Derribando tus miedos |PARTE 2| © |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora