4. La nueva profecía

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Desayunamos muy rápido, aunque no nos dejaron irnos del comedor hasta que terminasen todos.

Les expliqué a Quirón, al señor D, a Annabeth y al resto de los líderes de las cabañas mis sueños. Quirón me dijo que tenía que ir a hablar con el oráculo ahora mismo. Fui con Annabeth. Cruzamos la arena de batalla, la Casa Grande, los campos de fresas, la torre de lava y las cabañas. Me encanta el aire que se respira siempre allí. No llueve, no hace frío, siempre ahí Sol y una muy buena temperatura.

Fuimos andando muy rápido a la casa del oráculo. Era una cueva. Ya sé, u a cueva, donde vive un chica de 16 años. No os creáis que es una cueva negra, oscura, con estalactitas y fría. Todos los campistas ayudaron a remodelarla. Es suelo estaba enmoquetado de color rojo. Había lámparas por todos lados para poder iluminar bien la cueva. Las paredes estaban en blanco, pero había partes que estaban pintadas con partes de las profecías que habíamos superado todos juntos. Saliamos los siete semidioses abordo del Argo II.

Fuimos a la casa de Rachel Elizabeth Dare, el oráculo.

Allí estaba ella. Pintando sobre una pared una parte de la antigua profecía. Estábamos en Roma. Todos tirados por los suelos, rodeados de los dioses. Yo estaba de pie y vi como la única gota de sangre que se me había caído había despertado a Gaia. Fue una de las peores experiencias de mi vida, el pensar que había fastidiado de una forma tan tonta toda la misión que habíamos casi superado.

Alejé esos pensamientos de mi mente.
- Hola Rachel. Quiero hablar contigo. Necesito que me des una profecía para poder salir del campamento y luchar contra Ares y liberar a mi padre y a todo el mundo.

- Ahora no puedo habl...

Y de pronto se sentó en el taburete de tres patas del oráculo. Le empezó a salir humo verde de la boca y de los orificios de la nariz. Los cabellos pelirrojos se les subieron como si estuviera bajo el agua. Y empezó a decir una profecía.

"Si queréis luchar contra el dios de la guerra y de la violencia, tendréis que conseguir su objeto más valorado. Ese objeto se ha perdido, y para encontrarlo necesitáis estar delante 10 semidioses de cada padre o madre divino. Tendréis que conseguir el tridente para ayudar a Poseidón y liberarlo de sus ataduras. La muerte se querrá cebar con alguno, y alguien podrá morir"

Y después de dictar este último verso se derrumbó. Menos mal que estaba a su lado y la pude sujetar. Annabeth vino corriendo a ayudarme y a despertar a Rachel.

- Tenemos misión -le dije a Annabeth.
Ella asintió.

- Coger a los siete de la profecía y a otros tres. Will Solace, Nico di Angelo y Clarisse La Rue.

- Enseguida -dijimos los dos a la vez.
Acostamos a Rachel en uno de los sofás que tenía en la cueva y nos fuimos a preparar el equipaje.

Avisamos a Leo. Él, como buen hijo de
Hefesto había reparado el Argo II, y había añadido un nuevo hábitat para Festo.

- ¡Que ganas tenía ya de salir otra vez de misión con mis grandes amigos.¿Puede venir mi encantadora novia Calipso? No se que hará si mi, no lo soportaría.

- Si que aguantaría sin tu "humildad" bastante tiempo, pero me gustaría ir con vosotros para vigilarte de cerca, ya que no me fío de ti ni un pelo...

- Yo también te quiero Calipso -se lo dijo y la besó.

Annabeth y yo nos quedamos mirándonos y nos reímos a carcajadas. Leo y Calipso se quedaron rojos como tomates, y también se rieron.

Fuimos ha avisar al resto de los semidioses para que hagan el equipaje, ya que saliamos al alba de la mañana siguiente. Todos estuvieron avisados.
Nico y Will estaban muy emocionados, querían ir juntos por primera vez a su primera misión como pareja inicial.
Los campistas del Campamento Júpiter ya lo estaban preparando todo.

Me despedí de Annabeth y me fui a preparar las cosas.

- ¿Yo puedo ir, hermano?- me dijo Tyson con ojos de cordero degollado.

- A lo mejor si que puedes, no lo sé. Pero no te hagas ilusiones, ¿vale?

- Muchas gracias hermano, ¡¡¡¡muchas gracias!!!!!- y como no, me dió un abrazo de oso, o mejor dicho de cíclope.
Nos reímos y preparamos el equipaje juntos. Tyson quería meter media cabaña y yo le dije que debería llevar la mitad, y eso que era mucho. Me hizo caso, llenó dos mochilas y las dejó encima de la mesa.

- Tyson, me voy a nadar un poco al lago. Ya sabes donde estoy si me necesitas.

- Vale.

Me puse mi bañador azul de tridentes verdes, cogí la toalla y me fui a la playa.
Me crucé con Annabeth y me dijo que la esperara en el lago para nadar juntos.
Coloqué mi toalla en la arena de la playa, fui a probar el agua y de repente Annabeth vino por detrás mío, y me tiró al agua. Yo cogí un poco de agua y se la eché encima. Annabeth se metió en el agua y yo la seguí. Intentó hacerme varias aguadillas, pero no podía y se las hice yo a ella. Me miró con sus ojos grises calculadores. Me volvían loco, la miré fijamente y la besé. Ella me correspondió, y me sentí la persona más feliz del mundo.

Terminamos de bañarnos, nos fuimos cada uno a su cabaña y nos dimos una ducha. Me vestí y me fui a cenar. Cené pizza y alitas de pollo azules, con zumo de arándanos.

- Chicos, se ha anunciado una nueva profecía. Vamos a nombrar a los diez semidioses y cuatro acompañantes que irán a la misión. Percy Jackson, Annabeth Chase, Will Solace, Nico di Angelo, Frank Zhang, Leo Valdez, Hazel Levesque, Piper McLean, Jason Grace y Clarisse La Rue. Los acompañantes serán Tyson, Calipso, Grover y Enebro. Espero que estéis de acuerdo con nuestras elecciones y animar a los elegidos.

Todos los semidioses aplaudieron y los elegidos nos pusimos de pie. Saludamos y nos despedimos porque teníamos que ir a descansar para estar frescos mañana.

Nos despedimos y nos acostamos.
Me puse el pija azul, me despedí de Tyson y caí frito.

Percy Jackson y la búsqueda de la lanza de Ares [COMPLETA]Where stories live. Discover now