18. Infiltrado.

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*Quiero aclarar una cosa. Este capítulo está narrada al mismo tiempo que el anterior, sol que en otro lugar.
Espero que os guste 😘*

Pov Bianca

Dioses. Nico me debe de estar odiando. No ha pasado mucho tiempo desde que nos encontramos y tal y como le aparté me tiene que estar maldiciendo. No merezco ser su hermana, ni siquiera le di explicaciones de porque decidí no renacer ni nada de eso. Decidí quedarme en los Elíseos descansando un poco y recueperandome, pero en cuanto vino Ares a sacarnos a mi y a otros guerreros, no me lo pensé mucho. Pensé que podría intentar librarme de ellos e irme con Nico y los demás semidioses, pero como no paramos no tuve oportunidad de escaparme. Y ahora, no me querrán ni ver, y si voy, creerán que soy una infiltrada o una traidora.

Y lo peor de todo, es que nuestro plan va a ir de eso. Me odio a mi misma y a mis compañeros. Aunque ellos tampoco se pueden librar como yo.

La única condición que nos dió Ares al unirnos a su ejército fue que no podríamos desobedecer sus órdenes ni la de sus capitanes de tropas. Y así estamos.

Luke también se quería librar de ellos e ir con Annabeth y los demás, pero no podía ser. El actuaba mucho mejor que yo. Cuando Ethan luchó contra Percy, parecía que no le importaba que le hirieran con estas armas del demonio, pero yo le notaba en los ojos que sufría. Igual que al ver a Annabeth, ahí tenía los ojos rojos conteniendo las lágrimas, pero tenía que mantener el tipo delante del resto. Pero cuando Percy mató a Ethan, una pequeña sonrisa que no se podía apreciar, pero yo la noté.

Cuando Luke dejó marchar a Percy, se veía cansado, pero invocó una gran ola y se fue a donde quiera que estuviera el resto de semidioses.

-Que alguien le siga, necesitamos la ubicación de esos semidioses para ponerles la búsqueda difícil y que Ares gane más tiempo.-dijo Luke mirando la ola que se escondió entre los edificios de la calle.

-Ahora mismo cojo un pegaso y le sigo sin que me vea.-dijo un chico.

El chico no me sonaba de nada, era un chico rubio, de ojos azules, una toga blanca y una especie de faja con unos peluches. Creo que es como una especie de augur romano.

Al resto de los romanos de nuestro ejército no le cae muy bien. Dicen que era un cabronazo, malnacido y demás cosas... Además de un destripa peluches, dice que puede ver el futuro en ellos, pero me dan penita los pobres peluches. ¡Qué culpa tienen ellos de que él sea un loco!

Bueno, el caso es que el tal Octavio o como se llame siguió a Percy hasta su sitio franco o lo que sea que tuvieran. Aterrizó el pegaso, se bajó de un salto y vino corriendo hasta donde se encontraba Luke y se arrodilló delante de él.

-Mi señor, se encuentran en un barco a no más de un kilómetro de aquí. Podríamos idear un plan para abordarlos sin que les dé tiempo a reaccionar.- le dijo a Luke.

Luke pareció pensarlo un buen rato.

-Nada de abordarlos. Tengo un plan en mente con el que les vamos a dejar atontados...- y sonrío de forma torcida.

5 horas después. 10:30 p.m

Pov Luke

El plan era muy simple y creo que hasta infalible. Consistía en que me infiltrase con Bianca en el barco, fingieramos que nos habíamos escapado del ejército y les decíamos donde deberían de ir para atacar al ejército de Ares.

No sé si vamos a poder mantener esa farsa mucho tiempo. Cuando vea a Thalia y a Annabeth a lo mejor me ablando y no sigo con el plan... Pero debo hacerlo, sino podría volver a morir y Bianca también. No puedo consentir que ella pague por lo que yo haga.

Nos separamos de todo el ejército y nos dirigimos hacia donde estaban los pegasos.

Bianca llevaba la cabeza gacha e iba murmurando muchas cosas.

-¿Crees que seremos capaces de seguir con el plan? No sé si voy a ser fuerte cuando vea a Nico. ¿Y si les hacemos la 13-14?-me preguntó con muchas ganas.

-¿Qué quieres decir con hacerles la 13-14?

Bianca suspiró y rodó los ojos ante mi incompetencia.

-Me refiero a que les engañamos a los dos, pero al final nos quedamos con los chicos.-se acercó a mí y me susurró al oído.- Vamos allí, fingimos que nos hemos escapado, que sabemos dónde deben atacar y cuando. Mientras, al ejército les mandamos información falsa: las armas que tienen, provisiones, guerreros... Les cambiamos los datos de todos esos aspectos, y cuando llegue la hora de luchar, les atacaremos donde más les duele porque ellos si nos van a pasar la información verdadera. ¿Entiendes? Solo hay que hacerles saber cosas falsas y que ellos nos digan todo lo que han ido haciendo, así sabremos cuando atacar.

Al terminar me dió una gran sonrisa torcida enseñando todos sus dientes blancos.

-Uhmm... Me parece bien, pero hay que andarse con mucho ojo. ¿Y cuando se lo diríamos? ¿En mitad de esa batalla o antes?

Bianca parecido pensarlo un buen tiempo.

-Ya veremos cómo van saliendo las cosas, pero será mejor decírselo antes.

-Me parece bien. Manos a la obra.

Me subí de un salto en el pegaso y Bianca se agarró a mi cintura con fuerza. Creo que le daba un poco de miedo las alturas.

Volamos durante diez minutos sin hacer mucho ruido. El cielo estaba entero iluminado de estrellas. Vimos el barco y bajamos un poco el vuelo, lo suficiente para que no nos vieran.

De un simple movimiento, bajamos de un salto del pegaso, con la mala suerte de hacer un poco de ruido. Parece que alguien nos escuchó.

-Quédate aquí. Cuando vea que no hay peligro, vuelvo por ti.

Bianca asintió con la cabeza y se fue a esconder detrás de unas cajas.

Me empecé a mover lentamente para ver quién nos podría haber escuchado. Fue una gran y grata sorpresa ver a Thalia con su daga en la mano esperándome. No pensé en volver a verla en la eternidad (porque ella al ser cazadora de Artemisa era inmortal y como yo estaba muerto... Ya me entendéis). Con mucho sigilo, me coloqué delante suyo lentamente. Sus ojos se abrieron como platos y la daga se le resbaló de entre los dedos.

-Luke...- dijo en un susurro casi inaudible.

-Me alegro de volver a verte Thalia. Te he hechado muchísimo de menos.

Vino corriendo hacia mí y me envolvió en un cálido abrazo, al que correspondí de inmediato. Olía a pino, una suave brisa de pino. Me encantaba.

-¿Qué haces aquí? Deberías de estar con tu ejército. Si alguien te vea ahora...

Puse un dedo sobre sus labios para que guardara silencio. Tenia los ojos cristalizados, estaba a punto de llorar.

-No te preocupes, nos hemos escapado y no nos buscarán por aquí.

Me miró de forma rara.

-¿Has dicho hemos?

-Ahh, sí. Se me olvidaba decírtelo. Bianca.- la llamé hacia las cajas. Ella salió con una sonrisa en sus labios.- Está es Bianca di Angelo, la hermana de Nico. Ósea tu prima.

Thalia corrió a abrazarla y darle besos por toda la cara.

-Hey oído hablar tanto de ti, tenía muchas ganas de conocerte.

-Pues ya me conoces.-le sonrió de forma cariñosa.- Ahora deberíamos de ir a darles la noticia a los demás, y de paso dormir. ¡Me caigo del sueño!- dijo bostezando.

-¡Claro! Vamos ahora mismo.

Nos cogió a cada uno del brazo y bajamos a las habitaciones y comedor.

Empezamos el show.

Percy Jackson y la búsqueda de la lanza de Ares [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora