11. La conversación

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Pov Will

Después de hablar con los chicos sobre qué hacer, decidimos ir a dormir un poco. Todos necesitabamos descansar y recuperar energías.

Yo acompañé a Nico hasta su habitación y nos quedamos dormidos los dos acurrucados.

Estábamos tan tranquilos durmiendo, y de pronto.

-¡¡Will, Annie ha desaparecido!!-gritó Piper nada más abrir la puerta- La hemos buscado por todo el barco pero no la encontramos. No está ni en los establos, ni en la sala de máquinas, ni en su habitación, ni en la cocina...¿Dónde la tenemos que buscar?-me preguntó con los ojos llenos de lágrimas.

-Tranquila, ahora mismo la vamos ha encontrar. Creo que sé dónde puede estar esa rebelde.

Me levanté con cuidado de la cama, ya que Nico me tenía agarrado de la cintura y seguía dormido. Tiene el sueño muy profundo. Me libré de su agarre, le di un beso en la frente y marché con Piper a buscar a Annabeth.

Nos dirigimos directamente a la enfermería, iba ha abrir la puerta. Tenia la mano en el picaporte pero Pieper me lo impidió.

-Vamos a despertar a Percy. Y tú dijistes que necesitaba descansar mucho. Me extraña que Annabeth...

No le di tiempo a contestar porque abrí la puerta y hay estaban los dos durmiendo abrazados en la camilla. Había un plato de galletas azules al lado, pero no le dí importancia. Estaban tan cómodos y tranquilitos, como yo con Nico. Así que, como había sido su culpa el interrumpirme el sueño, le despertaremos de la misma manera.

Aclaré la voz.

-¡¡Annabeth Chase!!¡¿Cómo se te ocurre venirte a dormir aquí con Percy sabiendo que necesitaba descansar y preocupando a medio barco?!-grité lo más fuerte posible.

Annabeth pegó un brinco y se calló de la camilla. Se pegó un buen golpe contra el suelo que luego me tocaría revisar.

-¡¡¡Ahhh!!!-gritó Annie del susto y al ver la caída.

Pero Percy... Él seguía tan ricamente dormido.

-Cinco minutos más mamá.

Qué sueño más pesado que tienen algunos.

-Will, ¿por qué te has puesto a gritar como un verdulero por una tontería cómo está? Vale, si, me quedé aquí dormida, pero nada más.

-Te dije bien claro cuáles eran las normas, Annie. Y las has desobedecido. Lo siento, pero no podrás visitar más a Percy mientras sea mi paciente.

De repente, Percy se giró y se levantó.

-No, Will. Fue mi culpa. Annabeth vino a darme un beso de despedida,e trajo esas galletas azules y se iba a ir porque sabía las normas. Pero no la dejé. Le cogí la muñeca y la traje hacía la camilla. Se intentó levantar un par de veces, y como no la dejaba, se durmió por el cansancio de hoy. Eso es todo. Si vas a poner un castigo que sea a mí, Annie no hizo nada malo.

Miré a Annabeth que se estaba tocando la cabeza, le estaba empezando a salir un moratón.

-Esta bien. Perdona por lo que te dije, Annie. Ahora ven que te miro eso y después vamos a cenar.

Percy se iba a levantar pero se lo impidió Annabeth poniéndole una mano en el pecho.

-Tu no te mueves de ahí. Por tu culpa creí que me iban a tirar por la borda. Tu te quedas aquí hasta que Will me mire el golpe y luego ya te ayudo a ir al comedor.-dijo Annabeth dándole un beso.- Como te levantes, te doy tal patada que te llevo con mi suegra.

Percy Jackson y la búsqueda de la lanza de Ares [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora