6. El encontronazo

171 14 3
                                    

- Creo que deberíamos despertarlos ya, y dejar de mirarlos​.- dijo Jason con la cara blanca, pero con una sonrisa en sus labios.

- Que felices parecen...- dijo Piper embobada.

- ¡ Ave María Purísima! ¿Como se les ha ocurrido?- dijo Hazel santiguandose muy rápidamente y rezando.

- Umm... - Annabeth empezaba a moverse entre mis brazos.

Me acerqué más a ella, la besé.
- Buenos días, Listilla.

- Buenos días Sesos de Alga.- Y me correspondió el beso.

-¡Buenos días, tortolitos!- gritó Leo.- ¿Una buena nochecita no, parejita?- dijo con retintín.

-¡¿Pero que hacéis aquí?! ¿¡No sabéis lo que es intimidad!?- dije gritando.

Annabeth se tapó hasta la cara para que no la vieran colorada. Parecía un tomate.

-Es que anoche oímos ruidos muy extraños y vinimos a ver ahora que pasaba.- explicó Jason.

-¡Como se os ocurre! Dios os va a maldecir. A saber las cochinadas que habéis hecho.- lo dijo Hazel. Se giró y se fue indignada.

- Como no os vayais de aquí ahora mismo vais a comprobar esas supuestas cochinadas.- dije amenazándoles.

Antes de que pudiesen contestar me puse encima de Annabeth.

-¡Jason vamos!- gritó Piper.

Jason se había quedado embobado mirándonos, otra vez.

-Yo también quiero, Piper.- le dijo con ojos de corderito.

Piper se puso roja y le tiró de la oreja para sacarlo de allí.

Me quité de encima de Annabeth y me puse a reír como un loco.

-¡Que caras se les ha quedado!- dije casi meándome de la risa.

- Que vergüenza. La que nos va a caer en el campamento como se enteren. Como nos van a mirar...

-¿Disfrutastes anoche?- le pregunté mirándola.

-Mucho.

-Eso es lo único que importa.- y la besé.

Fue un gran beso. Nos abrazamos, ella me cogió del pelo y yo a ella la abracé por la cadera.

-Deberíamos de darnos una ducha- dijo ella alejándose de mi.
-Vale, pero te duchas conmigo. ¿Hay trato?

-Vale.

Cogí ropa limpia y nos metimos en el baño.

Yo la lavé el pelo suavemente. Pero como tenía tanto me desesperé y le dije que lo hiciera ella mejor. Ella si pudo lavarme el pelo a mi, ya que tenía mucjo menos que ella. La lavé el cuerpo y ella a mí el mío. Nos secamos juntos y salimos a la sala de reuniones cogidos de la mano y apoyados el uno en el otro.

***

- Que felices vais, tortolitos. Podéis seguir a vuestro royo o ayudarnos en nuestra misión para salvar al padre de Percy.
Estaban todos sentados a la mesa con grandes mapas de Las Vegas. Tenían puestos unos grandes hologramas por las paredes de los casinos, restaurantes y puestos callejeros de toda Las Vegas. Los chicos tenían delante unos platos de comida y vasos. Leo tenía un montón de tostadas, dos vasos de zumo y Jason le cogía una tostada cuando no miraba. Hazel estaba todavía un poco alterada por lo que había sucedido antes en mi cuarto. Frank la estaba dando de beber un vaso de agua y Piper la estaba abanicando. Hazel nos miró mal y se santiguó antes de desmayarse por el calor que tenía.

Annabeth y yo nos sentamos a la mesa. Yo pedí una torre entera de tortitas azules con sirope azul y una vaso de zumo de arándanos. Annabeth en cambio, se pidió algo más saludable. Un par de mandarinas, una manzana y un vaso de leche. Si me tocaba a mí desayunar eso, me daba algo malo. No soy muy aficionado a la comida saludable, yo prefiero la comida basura: Doritos, pizza, hamburguesa, palomitas... Pero ella dice que eso no es bueno, y que debería imitarla. La quiero mucho, pero nadie se mete entre la comida y yo.
-¿Cuál es el plan? ¿Nos dividimos, vamos todos juntos..?- preguntó Annabeth sin levantar la cabeza por vergüenza.

Percy Jackson y la búsqueda de la lanza de Ares [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora