Percy Jackson y la búsqueda de la lanza de Ares [COMPLETA]

28. Última batalla. [Maratón 2/3]

Pov Percy

Oscuridad. Sólo eso. Oscuridad.

Me removí un poco de donde estaba, pero me dolía todo el cuerpo. Me intenté levantar, pero me fue imposible. Tenía los brazos insensibles y no podía aguantar mi peso. Y entonces, abrí los ojos.

Ojalá fuera todo un sueño.

Cuando abrí los ojos vi frente a mi la cabellera rubia que tanto año llena de sangre y a su portadora con muchas heridas. Me intenté acercar con todas mis fuerzas hacia ella, pero sólo conseguía acercarme a rastras.

Me dolía todo el cuerpo, y notaba un líquido deslizándose por mi frente pero no le di importancia, sólo me importaba mi rubia.

Cuando llegué a su lado la movi un poco.

-Annie, Annabeth, Listilla...- solo podía susurrar ya que estaba conteniendo las lagrimas y los gritos.

Entonces la giré. Su espalda tocó el suelo y cogí su cuello antes de que su cabeza golpeara el duro suelo.

Mi Annie.

Estaba entera ensangrentada. La cara llena de pequeñas heridas que hacían ver su cara horrible, en su tronco tenía varios arañazos pero nada importante y en sus piernas alguna que otra piedra pequeña clavada.

Le limpié su cara un poco con mis manos y empecé a darle besos por la cara para que reaccionara.

Poco a poco fue moviéndose y por fin abrió esos hermosos ojos que me tenían hechizados desde el primer momento que los vi.

-Listilla...- la agarré y la pegué a mi pecho mientras sollozaba en el hueco de su cuello.

Ella rodeó con sus brazos mi gordo y me pegó más a ella.

-Pensé que te perdía, Annie.

Cuando nos separamos, Annabeth limpió con sus pulgares las lagrimas que caían por mis mejillas y me dió un beso.

-Te dije que estaremos juntos siempre Sesos de Alga y yo no rompo mis promesas.

Y la volví a besar.

Pov Jason

¡Joder!

Me duele todo. Y no puedo mover mis piernas. Intento moverlas, pero un peso me lo impide. Levanté la vista y vi que se trataba del tronco de un árbol. Giré mi cabeza hacia la izquierda y la vi.

Dioses.

Piper.

Intenté acercarme lo más posible que mis piernas me permitían pero solo llegue a rozar levemente sus dedos. Intenté con todas mis fuerzas acercarme más hasta que llegué a entrelazar nuestros dedos.

Estaba helada. Tengo que despertarla.

Lo que más me preocupaba era cómo estaba. Se encontraba boca abajo con varias piedras a su alrededor y una sobre su brazo izquierdo. Por el resto, sólo tenía pequeñas heridas pero nada más preocupante.

Separé su mano de la mía e intenté mover el tronco. Pesaba demasiado para mi solo y encima débil. Giré la cabeza hasta el lado contrario en el que se encontraba Piper y me encontré a Leo luchando por liberar sus piernas y las de Calipso del mismo tronco. Leo estaba despierto e intentaba con todas sus fuerzas moverlo, pero le fue imposible. Mientras Calipso... Ella es la que peor estaba con diferencia. Tenía una herida que salía de su cabeza y el brazo derecho torcido de mala manera.

Cuando volví a mirar a Leo noté la impotencia en sus ojos y el dolor de ver a su novia así. Le asentí con la cabeza y me senté. Con todas mis fuerzas intenté levantar el tronco a la vez que Leo, al menos para sacar las piernas. Yo conseguí sacar ambas, pero Leo lo tuvo más complicado. A él le tocó sacar su piernas rápidamente e intentar mover las de Calipso, pero no tenía fuerza.