Percy Jackson y la búsqueda de la lanza de Ares [COMPLETA]

27. El lugar esperado es reformado. [Maratón 1/3]

Pov Leo

-¡Chicos, correr por vuestras vidas!

Y después de ese grito, todo explotó.

2 días antes

-Bueno, aquí estamos. Después de haber navegado otra vez por el Mediterráneo estamos a punto (o eso creemos) de  llegar a nuestro destino. Donde tuvo lugar la gran batalla en la que los grandes y magníficos (sarcasmo puro) dioses del Olimpo nos ayudaron contra Gea. Y dónde el gran Percy Jackson lo jodió todo por qué le sangrase la nariz...

¡Pum!

-¡Percy! ¡Te he dicho muchas veces que no pegues a  mi Leo en la cabeza porque vas a provocar que pierda el poco cerebro que le queda!- le grita Calipso dándole un golpe en la nuca.

Me sobo donde he recibido el golpe de mi querido y amado Perseus. Mientras él se va a dormir a la mesa donde dejamos los planos y trabajamos.

"¡Por favor que no babé mucho!"

-Gracias por defenderme, Cali. Aunque no sé si era una defensa o has aprovechado para meterte conmigo.

Calipso se me acerca y me abraza. Me besa la frente y luego la mejilla, y me mira con mucha intensidad a los ojos.

-Sabes que te quiero pero es que a veces eres insufrible.- me da un casto beso en los labios y se va.

-Ohh... Qué palabras más dulces me dices, mi amor.

Aproveché y le dí un sonoro beso en la mejilla.

-Siento interrumpir el momento Caleo, pero necesito que me des los datos de las coordenadas y del tiempo restante hasta llegar.

Giro la cabeza, aún con Calipso entre mis brazos, y sonreí a Annabeth.

-Claro Annie. Festus- grité al aire.

Mi pequeño bebé se posó en el timón del barco.

-Dime, mi padre sexy.

-Necesito que le des...

No me dieron tiempo ni a terminar.

-Leo Valdez, ¿cómo se te ocurre decirle a tu supuesto hijo que te llame sin sexy? ¿¡Sabes lo raro que queda eso!?- me gritó Calipso mientras me daba otro golpe en la cabeza.

Y luego dicen que no pienso... ¡Si es su culpa!

Me giro hacia Festus, pero Annabeth se me adelantó.

-Festus por favor, dame las coordenadas y el tiempo que nos queda de viaje.

Festus se puso a calcular todo, se le ponían las bombillas de los ojos un poco rojas y echó un poquito de humo por las orejas y la boca.

Calipso me abrazó más fuerte y la giré a ver.

-¿No es raro que haga eso? Parece que va a explotar.

Solté una gran carcajada y todos los que estaban en cubierta me miraron raro.

-Tú tranquila, Cali. Eso lo hace para verse interesante.-miré seriamente a Festus- Deja ya esa tontería y dale las cosas a Annie.