CAPÍTULO DIECISIETE

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CAPÍTULO DIECISIETE

–Paúl dejó a Olivia en la habitación confundida, no sabía que esperar de esa cena, mientras el bajo a toda prisa buscando a Gilda, necesitaba sorprender a la que él pensaba que era Farah no podía permitir que lo abandonará no ahora que se había vuelto tan indispensable en su vida–

Paúl – Gilda necesito que me ayudes –Gilda lo observó con una enorme sonrisa tenía años que no veía a Paúl con ese entusiasmo–

Gilda – claro dime ¿Qué quieres que haga? –Raquel entró a la cocina ansiosa por saber si Paúl había convencido a Olivia de quedarse–

Raquel – veo que mi pregunta está de más –se acercó a su nieto y esté se hinco a su altura dándole un beso en la mejilla–

Paúl – no la he convencido completamente, pero esta noche lo haré no voy a permitir que se aleje de mí –Raquel sonrió y acarició la mejilla de Paúl–

Raquel – ¿la quieres mucho? –Paúl negó–

Paúl – la amo lo que siento por Farah es amor –Raquel sonrió al escuchar a su nieto decir esas palabras y cómo no iba a estar enamorado de Olivia si era una mujer buena–



–Olivia estaba nerviosa, no sabía exactamente a donde la llevaría Paúl a cenar, buscó entre los vestidos de Farah y por fin encontró uno que le había gustado, era más su estilo no quería parecerse a ella, no quería perder su esencia–

Raquel – te vez muy linda –Olivia giró y la observo sonriendo– ¿estás nerviosa? –Olivia asintió–

Olivia – sí un poco

Raquel – no sabes mentir, mi nieto te está esperando él también se ve muy guapo –antes de que Olivia saliera de la habitación Raquel le tomó la mano– él te ama a ti –Olivia negó– estoy segura de eso

Olivia – eso es lo que más deseo, que me amé a mí

Raquel – hoy te darás cuenta de eso lo sé –Olivia suspiró con ansias de que las palabras de Raquel fueran ciertas– Olivia –ella la observó antes de salir de la habitación– hoy debes dejar que el amor fluya –Raquel le guiño un ojo y Olivia le dio una pequeña pero sincera sonrisa–



–Olivia iba con la vista fija a la ventana observando los paisajes que la hacienda le ofrecía, Paúl la observaba de vez en cuando tenía tantas ganas de saber cuáles eran sus pensamientos, el silencio reinaba en el auto–

Olivia – ¿A dónde vamos? –preguntó cuándo reconoció el camino, Paúl sonrió y sin observarla le respondió–

Paúl – es una sorpresa –le tomo la mano y Olivia lo observó– espero que te guste –Olivia suspiro–

Olivia – me imaginó que me gustará –le dio una pequeña sonrisa y dejó su mano al lado de la de él–

–Cuando por fin llegaron al lugar Olivia sonrió cuando Paúl le ofrecía su mano para ayudarla a bajar del auto–

Paul – antes de entrar –la colocó frente a él– quiero decirte que este lugar lo construí pensando en que algún día sería mi hogar, donde viviría mi familia –Olivia quitó su vista de él y miró la cabaña– ahora me doy cuenta que esa familia y ese hogar están a tu lado –los ojos de Olivia se cristalizaron y Paúl dejó un casto beso en sus labios–

–Tomados de la mano entraron a la cabaña, Olivia miro todo el lugar encantada, en el comedor había unos velas que alumbraban dándole al lugar un toque romántico, una aroma a canela inundaban sus fosas nasales y un ramo de rosas en medio de la mesa hacían que el lugar pareciera mágico–

Perderte de NuevoWhere stories live. Discover now