Perderte de Nuevo

CAPITULO VEINTICINCO

CAPITULO VEINTICINCO

−los días pasaron volando, Paul y Olivia cada día afianzaban más su amor, y aunque para Olivia el tema de Farah la tenía vuelta loca, decidió darle una tregua a ese asunto y enfocarse en ese hombre que la hacía muy feliz, hoy era el día que ella se subiría por primera vez a un avión y aunque moría de nervios no podía demostrarlo era más que lógico que Farah se había subido millones de veces−

Paul − ¿estás bien? –preguntó mientras tomaba su mano y la sentía helada, Olivia asintió sin verlo estaba muy nerviosa− ¿segura? –preguntó preocupado−

Paulette – vaya Farah parece que tienes miedo –Olivia miró a Paulette y negó−

Olivia – no es sólo que –no sabía que decir estaba realmente nerviosa, Paul se acercó a sus labios dejando un dulce beso−

Paul – debes tranquilizarte todo va a estar bien –él tono de voz y el gesto de Paul hicieron que Olivia suspirara y se tranquilizara, ella tomó su mano sintiéndose segura, él la miro y sonrió algunas veces Olivia era tan tierna y eso creaba en el cierta confusión no entendía porque antes no demostraba esa ternura y dulzura que ahora la caracterizaba−

−Estrella estaba en su oficina terminando de revisar unos balances cuando sintió cómo la puerta de la oficina se abría alzó la mirada y sonrió al verlo, estos días Julián se había comportado muy lindo con ella, trataba de que comieran juntos, en las tardes salían a cabalgar por los campos y las pláticas se hacían interminables, Estrella se sentía segura a su lado y estaba empezando a confiar en él y es que Julián hacia todo muy fácil−

Julián – hola –se asomó abriendo la puerta de la oficina mientras ella sonreía como boba al verlo−

Estrella – hola –Julián se acercó a ella dejando un pequeño pero muy dulce beso en sus labios−

Julián – nos vamos –ella asintió, hoy Raquel le había pedido a Estrella que llevará a comer a Julián estaba ansiosa por hablar con él y comprobar que ese muchacho realmente era el indicado para su nieta− sabes siento que es urgente que contrates a una asistente

Estrella – lo sé –terminaba de apagar su computadora− había citado a una persona pero no vino, y ahora no he tenido tiempo, pero en cuanto Paul regrese del viaje lo haré

Julián – eso me encanta –rodeo con sus manos la cintura de ella− así tendrás más tiempo libre –Estrella le dio una pequeña sonrisa−

Estrella – y para qué quieres que tenga más tiempo libre –él se acercó a sus labios−

Julián – para que estemos más tiempo cerca –beso sus labios con suavidad, Estrella rodeo su cuello con sus manos−

Estrella – te quiero –expresó sobre sus labios, Julián la miro con ternura era la primera vez que Estrella decía lo que sentía−

Julián – yo también te quiero mi Estrellita –acarició su rostro y volvió a tomar esos labios que lo embriagaban−

−Farah y Dante estos días habían estado bien, Dante invito a Farah a Mazamitla un lugar mágico ubicado al sur de Guadalajara, un pueblo lleno de vegetación y cabañas ideal para relajarse y un sitio muy concurrido por las parejas, ya que está lleno de magia y amor−