Perderte de Nuevo

CAPÍTULO CINCUENTA

CAPÍTULO CINCUENTA

–Paul abrazaba a Olivia por atrás con más fuerza, después de escuchar lo que Antonio decía, Olivia cerró los ojos de ser necesario diría la verdad–

Paul – no te creo –la seguridad en sus palabras hicieron que Antonio enfureciera, no entendía que había pasado con su amigo, Paul era un hombre temperamental y celoso, y ahora que le decía la verdad actuaba como si realmente confiara en la mujer que abrazaba–

Antonio – no me crees –sonrió negando– por dios Paul la mujer que ahora abrazas es una zorra –Paul soltó a Olivia y le dio un puñetazo a Antonio en la boca–

Paul – no voy a permitir que hables así de mi esposa –Antonio se tocó el labio el cuál sangraba–

Antonio – no me crees, preguntale a Anabel ella fue la que me convenció para que no me fuera con Farah el día de tu boda –Paul negó con seguridad, Olivia estaba impresionada–

Paul – no te creo, ni a ti ni a Anabel, ahora es que veo lo falso que siempre fuiste

Antonio – no puedo creer lo ciego que estás, no sabes las veces que en su habitación tuvimos relaciones y cómo planeamos la huida el día de la boda, después de que ya hubieras firmado los papeles necesarios para que el dinero que le diste a Oliver no lo pudieras reclamar –Paul volvió a negar, se giró y observó a Olivia–

Olivia – Paul –se acercó a él con miedo, Paul la observaba sin ninguna expresión y eso atemorizaba más a Olivia– nunca y lo sabes he estado con otro hombre –tomó su rostro–

Antonio – no puedo creer lo falsa que eres, tú te revolcaste conmigo –Paul besó con ternura las manos de Olivia y limpió con sus manos las lágrimas que empezaban a escurrir por sus mejillas–

Paul – claro que te creo –abrazó a Olivia–

Antonio – debes creerme Paul, no te puedes cegar, Farah te está manipulando

Paul – no te creo –Antonio sonrió negando– y sabes porque no te creo, porque Farah se entregó a mí por primera vez –Antonio observó a Olivia confundido–

Antonio – de seguro fingió

Paul – ¡sal de la oficina! –gritó furioso– no pienso seguir escuchando tus mentiras

Antonio – lo que te digo es la verdad, no puede ser que confíes más en una mujer que miente

Paul – ¡fuera!

Antonio – ella no es Farah –gritó con desesperación–

–Estrella contestó la llamada y al escuchar el nombre de su abuela sintió miedo, no podía hablar su cuerpo estaba a punto de no responderle y su corazón latía con más fuerza, el miedo y un mal presentimiento se apoderaron de su cuerpo–

#### – lo siento pero necesitamos que vengan a reconocer el cuerpo –Estrella estallo en llanto, Julián se acercó a Estrella abrazándola y tomó la llamada con miedo al observar la reacción de ella– ¡señorita!

Julián – diga

#### – necesitamos que vengan a reconocer el cuerpo

Julián –sintió un nudo en la garganta– ¿Dónde?

#### – anfiteatro de la ciudad de Toluca

Julián – nosotros iremos –terminó la llamada y abrazó con más fuerza a Estrella la cual no podía ni respirar por el llanto– Estrella –su voz se quebraba, la muerte de Raquel le removió sus recuerdos y el dolor de estos– mi amor –trató de separarla del abrazó, pero Estrella se aferraba más a él– debes calmarte