CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO

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CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO

Días después...

–la vida de Paul y Estrella continuaba a pesar del dolor de la muerte de Raquel, ellos tenían que salir adelante es lo menos que debían hacer por ella, su abuela siempre fue una mujer fuerte que a pesar de las pérdidas que había tenido en el transcurso de su vida, ella se sobrepuso de cada una–

Olivia – buenos días –Olivia entró a la habitación de Paulette se acercó a está y le dio un beso en su mejilla, Paulette abrió los ojos con flojera y la abrazó aferrándose a su cuello–

Paulette – buenos días mami –Olivia sonrió al escucharla–

Olivia – sabes que eres el regalo más bonito que me ha dado el destino –acariciaba la espalda de la pequeña con ternura–

Paulette – te quiero Farah –expresó la niña con total sinceridad y amor–

Oliva – yo te quiero más –Paulette se separó del abrazó– lista para regresar a la escuela –estos días Paul decidió que quería pasar el duelo por la muerte de Raquel en familia–

Paulette – sí –respondió dibujando una ligera sonrisa en su rostro–

Olivia – entonces a bañarse –Paulette asintió y se levantó de la cama para dirigirse al baño–

–Paul terminaba de vestirse cuando sintió cómo alguien lo observaba, se giró y la vio ahí recargada del marco de la puerta–

Paul – ¿cómo está? –preguntó acercándose a ella–

Olivia – está mejor –se refería a Paulette–

Paul – gracias –Olivia negó– de verdad que si tú no estuvieras aquí a mi lado no sé cómo hubiéramos sobre llevado el dolor a tan gran pérdida –se acercó a Olivia rodeando con sus manos la cintura–

Olivia – hay Paul, tú no sabes todo lo que has curado en mí –rodeo con sus manos el cuello de él, acerco sus labios, él la aprisionó a su cuerpo y la beso con dulzura– te amo y –le delineo el rostro con sus dedos– quiero que nunca dudes de lo que siento por ti

Paul – nunca dudaré, porque eso que sientes yo también lo siento, te amo muñeca y sé que esto que sentimos es real

Olivia – demasiado real Paul –lo miró fijamente– prométeme que pase lo que pase siempre vas a confiar en esto que sentimos

Paul – no va a pasar nada –acaricio el rostro de Olivia con devoción, observó en los ojos de Olivia la necesidad de esa promesa– pero sí algo llegase a pasar te juro que siempre voy a confiar en ti –tomó su rostro con dulzura y beso nuevamente sus labios–



–Leonor estos días había estado al pendiente de Olivia, pero no porque le interesara sino porque necesitaba controlar sus pasos, la reunión con las chicas de marketing y publicidad había sido cancelada, y no la cancelo porque Aidé el día de la muerte de Raquel había salido de viaje, sino porque Antonio le confirmó sus sospechas, Farah y Olivia habían cambiado lugares, pero ¿cómo? ¿Cuándo se conocieron? ¿por qué Farah estaba embarazada? Tenía demasiadas preguntas en su mente sin tener una sola respuesta, no tenía el control de la situación y eso la tenía un poco desconcertada–

Anabel – con permiso –entró con un folder en las manos–

Leonor – pasa, Anabel –está la observó– ¿cómo esta Paul?

Anabel – bien –respondió con cierto enojó– Farah no se le separa ni un instante, sabes hasta parece que realmente lo ama –Leonor analizaba las palabras de Anabel, ¿será que por eso siguen cambiadas? Las tontas se enamoraron, pensó no encontraba otra respuesta–

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