CAPITULO SESENTA

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CAPITULO SESENTA


–Olivia se quitó el teléfono del oído, sus ojos se llenaron de lágrimas, el miedo empezó a invadirla, no sabía qué hacer, no quería que Paul y Paulette salieran lastimadas, de pronto no pudo más, todo lo que estaba pasando la sobre pasaba, las lágrimas escurrían por su mejilla sin cesar, ella sabía que tenía que controlarse pero no podía, sabía que era lo que Leonor le iba a pedir y ella no se imaginaba una vida lejos de ellos–

Paul – listo –colocó en el asiento de atrás lo que había comprado se colocó el cinturón y arrancó la camioneta, todo esto sin ver a Olivia, está tenía su vista fija en la ventana intentando limpiarse con su mano las lágrimas– ¿quieres que te pasé? –Olivia negó dibujando una pequeña sonrisa en sus labios– ¿segura?

Olivia – estoy bien, siento que mi estómago no soporta nada –se tocó la frente con pesar–

Paul – ¿te sientes mal? –preguntó preocupado–

Oliva – un poco cansada –Paul frunció el ceño– creo que lo mejor será que dejemos para después la plática con Farah

Paul – Olivia –la observó– ¿segura que estás bien? –Olivia asintió– si quieres que te lleve a la clínica dime –Olivia negó–

Olivia – sólo quiero ir a descansar un poco –Paul tomó la mano de Olivia entrelazando sus dedos–

Paul – sí es lo que quieres eso haremos –beso su mano– te amo muñeca –Olivia sintió como un nudo enorme se le formaba en la garganta–



–Dante frunció el ceño mientras revisaba su celular–

Farah – ya se ha demorado –comentó un poco impaciente–

Dante – sí, ¿quieres que le hable? –Farah negó–

Farah – a lo mejor no quiere hablar conmigo

Dante – claro que quiere, ¿Qué le piensas decir?

Farah – bueno que nos hagamos una prueba de ADN con Leonor, solo para que no haya duda de quién es nuestra madre

Dante – y si realmente quién miente es Leonor –Farah observó a Dante–

Farah – no descansaré hasta que ella pague por lo que hizo –Dante la abrazó–



–Olivia llegó a la cabaña, se despidió de Paul, para marcarle a Leonor–

Leonor – espero que no hayas abierto la boca –Olivia cerró los ojos guardando la rabia que sentía en ese momento–

Olivia – nunca haría nada que lastimará a Paul –Leonor sonrió–

Leonor – lo sé eres tan buena como tú madre, no te muevas en menos de diez minutos llego a la cabaña –no dejo que Olivia respondiera, ella terminó la llamada–



–Paul llegó a la tequilera, entró a su oficina y observó a Aidé esperándolo –

Paul – buenos días –se acercó a Aidé saludándola con un beso en la mejilla–

Aidé – Paul, hay algo importante que tengo que decirte –Paul suspiró–

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