CAPÍTULO CUARENTA TRES

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CAPÍTULO CUARENTA TRES


–los días pasaron por fin hoy Olivia regresaba a su casa, aunque con un enorme vacío en su corazón, todos habían estado pendiente de ella, las muestras de cariño y solidaridad por lo que había pasado no se hicieron esperar y eso aunque no aminoraba el dolor, al menos le daba un poco de paz en su vida, Paul cómo era de esperarse no se separó ni un minuto de su lado, todo lo relacionado con la tequilera lo estaba llevando Estrella, él no quería separarse de la que suponía era su esposa–

Paul – ¿necesitas algo más? –Preguntó cuándo ayudó a Olivia a acostarse en la cama de su habitación–

Olivia – sí –expresó con tristeza– a ti –extendió sus brazos y Paul se acercó a ella– te necesito

Paul – aquí estoy –se acostó a su lado abrazándola– juntos superaremos está perdida –Paul acarició con dulzura el rostro de Olivia–

Olivia – no sé si pueda seguir –Olivia cerró los ojos y sus lágrimas empezaron a salir mojando sus mejillas– Paul yo la amaba –Paul sonrió entre lágrimas– era mi vida, ya me la había imaginado, no sabes cuantas veces soñé en tenerla en mis brazos, en verla gatear, en que me dijera mamá –Paul la abrazó más a su cuerpo dejando que Olivia se desahogara– y ahora ya no está

Paul – yo te entiendo, Farah mi amor –le tomó el rostro– te entiendo porque siento lo mismo que tú, porque yo también soñé con un par de ojitos azules observándome, porque yo también soñé con sus manos abrazando mi cuello, pero no podemos encerrarnos en el dolor, hay personas que nos necesitan bien

Olivia – yo lo sé y te juro Paul que si no fuera por ti y por Paulette yo no tendría ningún motivo para vivir –Paul la abrazó nuevamente–

Paul – no digas eso muñeca, tú eres mi motivo y sé que nuestra familia será muy numerosa sólo es cuestión de tiempo

Olivia – te amo Paul y espero poder tener el tiempo suficiente para formar esa familia a tu lado –Paul se separó del abrazo y tomó con ternura los labios de Olivia–



–Farah había pasado quince días de vacaciones al lado de Dante en el paradisiaco mar caribe, su ruta fue Quintana roo y la Riviera maya, en esos días se la pasaron felices, demostrándose a cada instante lo que sentían el uno por el otro, ella decidió desconectarse del mundo solo quería disfrutar, lo que la naturaleza le ofrecía al lado de ese hombre que amaba con toda su alma, por su parte Dante había tomado vacaciones y que mejor manera de disfrutarla que al lado de la mujer que ama, en esos quince días Farah se dio cuenta que no importa el destino lo importante era la compañía ninguno de sus viajes a Paris, Grecia los había disfrutado tanto como esté que había realizado al lado del hombre de su vida–

Farah – hola –contestó la llamada–

Aidé – por dios Farah ¿Dónde te metes? Casi que avisaba a las autoridades su desaparición

Farah – lo siento Aidé pero me fui de vacaciones y han sido las mejores de mi vida

Aidé – te escucho muy feliz

Farah – lo estoy, pero ahora dime ¿pasó algo?

Aidé – Olivia tuvo un accidente

Farah – ¡Qué! pero ¿cómo está? –preguntó preocupada–

Aidé – la dieron de alta apenas, estuvo internada estos quince días

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