CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE

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CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE



–Olivia observaba a Oliver confundida sin entender a qué se refería–

Olivia – ¡defraudar! –Expresó sorprendida– yo nunca... –Oliver la interrumpió–

Oliver – si me hubieras pedido el dinero te lo hubiera dado –los ojos de Olivia se llenaron de lágrimas no entendía de que hablaba Oliver–

Olivia – no entiendo de qué hablas

Farah – del fraude que hiciste en Azul

Olivia – ¡fraude! Yo no

Farah – deja de fingir, tenemos las pruebas de lo que hiciste

Oliver – ¿por qué? –Las lágrimas escurrían por sus mejillas–

Olivia – yo no hice nada, todo lo que quise hacer en tu empresa fue ayudarte, nunca hundirte –su voz se quebró– y me duele tanto que no confíes en mí

Farah – y ¿cómo va a confiar si las pruebas te implican? –Olivia se acercó a Oliver–

Olivia – ¿no confías en mí? –Preguntó con tristeza–

Oliver – Leonor me mostró –Olivia negó–

Olivia – en ella si confías

Oliver – es su madre, la mujer que siempre ha estado a mi lado, claro que confió

Olivia – ella no es mi madre y nunca fue una madre para Farah

Farah – ¿Isabel si fue una madre para ti? –Olivia se limpió las lágrimas–

Olivia – no hay mejor madre que ella

Oliver – Olivia mi amor ella –Olivia la interrumpió–

Olivia – espero que te mejores –lo observó con tristeza– si no confían en mí, no tengo nada que hacer aquí

Farah – lo mejor que puedes hacer es irte

Oliver – Olivia cariño –Olivia lo miró con su rostro lleno de lágrimas– a pesar de todo te amo –negó y salió de la habitación hecha un mar de llanto–

Farah – ¿Qué piensas hacer? –se limpió unas lágrimas–

Oliver – nada, ese dinero aunque no era la manera le corresponde, la empresa tiene que salir adelante

Farah – tiene que devolverlo, no puedes permitir que se salga con la suya

Oliver – no voy a obligarla a nada –Farah lo miro molesto–

Farah – si Azul se recuperó fue gracias a la presión que ejerciste en mí, para que me casara con Paul

Oliver – y no sabes cómo me arrepiento –tomó la mano de Farah– siento mucho obligarte a casarte con alguien que no amabas –Farah lo abrazó–



–Estrella observó a Anabel sin entender que hacía ahí–

Anabel – Paul siento tanto todo lo que está pasando –se acercó a la mesa y se sentó en una silla al lado de Paul– sabes que puedes contar conmigo, lo que necesites –le tomó la mano, pero Paul discretamente la quitó, lo que Olivia menos necesitaba en este momento era estar celosa de Anabel–

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