CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

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CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO


−Estrella se dio cuenta de lo nerviosa que Olivia se había puesto con la pregunta de Paul y lo molesto que él se encontraba, por lo que decidió intervenir−

Estrella – bueno cuando llegué estaba a punto de desmayarse –Olivia miró a Estrella sorprendida−

Paul – pero ¿estás bien? –acarició con un dedo su labio con sumo cuidado− mi amor tenemos que ir al medico

Olivia – no es necesario –le tomó con sus manos el rostro− ya me siento mejor

Paul – por favor Farah esto no es normal

Olivia – mi amor era porque no había comido pero te juro que ya lo hice –Paul observó a Estrella y está asintió−

Estrella – si Paul ya no te preocupes tanto

Paulette − ¡Farah! –la niña llegó corriendo y la abrazó− ¿cómo te sientes? –Olivia le dio una pequeña sonrisa−

Olivia – bien mi amor –la abrazó para después darle un beso− ¿cómo te fue en la escuela? –preguntó, Estrella las observó y sonrió pensando que Farah a final de cuentas había resultado buena madre para Paulette−

−Estrella y Olivia pusieron la mesa junto a Paulette mientras Paul se daba un baño para comer los cuatro en familia a diferencia de otras veces donde cuando estaba Estrella el ambiente estaba tenso, ahora no Estrella y Olivia platicaron amenamente junto a Paulette que les decía algunos detalles de sus fiesta, Paul se sentía feliz aunque un poco preocupado por el golpe que tenía su esposa cerca de sus labios−



Una semana después...


−entre Olivia y Estrella todo iba mejorando y en esta semana que transcurrió ya no había molestias entre ellas, más sin embargo todas las tardes se reunían junto a Paulette para detallar la fiesta, Paulette estaba feliz organizando todo y Estrella agradecía a Olivia que las cosas fueran así, su sobrina era otra y gracias a ella, Olivia por su parte ya no se había sentido mal y afortunadamente no habían sabido nada de Antonio, Raquel seguía investigando el paradero de Lucía ella necesitaba saber ahora más que nunca que había pasado hace más de veinte años y es que veía a su nieto tan feliz al lado de Olivia que no quería que su felicidad se esfumará y para eso necesitaba saber la verdad del origen de ella y de Farah. La relación de Dante y Farah iba viento en popa y por ahora no había ningún impedimento para que ellos estuvieran bien y felices, por lo que esta semana la pasaron en un romance eterno, todo estaba saliendo bien aunque Farah no tenía dudas, Aidé se encargaba de cada que hablaba con ellas llenarla de dudas y de teorías falsas acerca de que hacía Olivia cerca de Paul, porque para Aidé era imposible creer que Olivia estuviera enamorada de Paul de esa manera y quería separarlos no le funciono su plan pero seguía buscando la manera y no pararía hasta conseguirlo, afortunadamente las palabras de Aidé no tenían mucho poder en Fara porque para ella si era posible ya que de esa misma manera ella estaba enamorada de Dante, sin ninguna razón ni ninguna explicación lógica simplemente lo amaba sin razones, sin condiciones y entregándose a él en cuerpo y alma–

−La hacienda estaba llena de niños que corrían de un lado a otro por uno de los enormes jardines de está, Paulette estaba con un grupo de niñas jugando y platicando feliz, Paul observaba a su hija con orgullo mientras platicaba con algunos padres de las amigas de Paulette, de vez en cuando buscaba con la mirada a esa mujer que amaba y le hacía un guiño o algún gesto diciéndole que la amaba, Olivia atendía a los invitados feliz, se sentía contenta de haber realizado la fiesta tal cómo Paulette la había soñado y no necesitaba la pequeña ni decirlo ella se daba cuenta que estaba feliz porque eso se le veía, Estrella junto a Raquel y Eloísa platicaban con unos amigos de la familia, Olivia borró la sonrisa que tenía en los labios cuando observó cómo Antonio y Anabel llegaban a la fiesta pero no venían solos Aidé se acercaba con ellos y fueron directo a saludar a Paul−

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