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Cuando Luke volvió, Alec se encargó de ayudarlo a ordenar y limpiar un poco la tienda, pero sin poder evitar a cada rato mirar hacia la puerta trasera para ver si Magnus salía de ahí.

—Es bueno que hayas aceptado venir a trabajar aquí, Jace está preocupado por ti y tú tiempo— dijo Luke— puedo imaginarme lo que debes sufrir en esa casa, acá podrás relajarte.

Alec sonrió de medio lado y se apoyó contra una de las repisas.

—Es un desastre, me queda solo un año y mis padres me han traído una chica para que esto se evite.

Luke dejó escapar una risa.

—Tus padres siempre queriendo tener el control de todo, acá eres bienvenido y si necesitas ayuda aquí estaremos.

Alec asintió mientras suspiraba.

—Gracias Luke.

—Te pagaré a fin de mes y no le digas nada a tus padres— dijo el hombre— aún tienen resentimientos hacia nosotros.

El ojiazul asintió, quería preguntarle que era ese resentimiento, lo había notado por parte de sus padres, pero no le dio importancia, a cambio solo miró el reloj preocupándose porque ya era tarde.

—Debo irme, vendré mañana— dijo Alec.

Cuando escuchó pasos provenir desde el pasillo, sin poder evitarlo movió su cabeza para mirar mejor y vio cómo Joselyn se acercaba con Magnus, venían conversando y él le agradecía de algo que no podía oír, cuando se acercaron a ellos Luke caminó hasta su mujer y la abrazó mientras que Alec quedó frente a Magnus.

—Este chico ojiazul también trabajará aquí ¿Cierto?— preguntó Magnus.

Alec se tenso.

—Si, será tu compañero de trabajo— dijo Joselyn— Alec, Magnus es tu compañero, el es traductor y lleva ya tres años aquí, lo que necesites pregúntale que te ayudará.

Volvió a asentir y se despidió de todos para convertirse en su animal y salir casi corriendo de ahí. Estaba nervioso y se debía a que debería convivir en un trabajo con un chico de su misma edad, algo que estaba evitando desde siempre.

Comenzó a correr por los techos mientras veía el anochecer acercarse, esperaba que nadie lo estuviera buscando. Saltó a la ventana de su habitación mientras volvía a su cuerpo normal, se asustó cuando vio a Jace sentado en su cama mientras tenía la mirada al piso.

— ¿Jace?

El rubio alzó la mirada, tenía las mejillas mojadas y los ojos rojos por llorar, Alec caminó hasta su hermano y se arrodilló a su lado.

— ¿Qué sucede hermano?

El hermano lo abrazó y sollozo en su hombro, después de un rato pudieron conversar.

—Clarissa está embarazada— dijo Jace.

Alec se sorprendió, era una buena noticia, la relación de Jace y Clarissa ya iban a dos años, no importaba que fueran jóvenes era una tradición familiar tener niños de tan corta edad.

—Eso es bueno Jace ¿Por qué estas tan triste?— preguntó Alec.

—Me dijeron que me fuera mañana por la mañana de la casa— dijo Jace entre sollozos— me dijeron que eligiera​ a la familia o a Clary.

El ojiazul se paró mientras fruncía el ceño.

—No te vas a ir, ni Clarissa, hablaré con ellos— gruñó Alec— no puedo creer que hagan esto.

Y caminó fuera de la habitación para ir en búsqueda de sus padres, vio a Merliot limpiando los pisos.

— ¿Has visto a mis padres?— preguntó Alec.

El chico se sobresaltó y acomodó algunos mechones que habían caído a su cara, detrás de su oreja.

—Los vi por última vez en su habitación.

Alec asintió y comenzó a caminar hacia la habitación, cuando llego a la puerta golpeó y llevó sus manos a su espalda esperando que atendieran, pudo escuchar peleas dentro de la habitación y después un silencio, la puerta fue abierta.

— ¿Qué necesitas Alexander?— preguntó Robert.

El ojiazul entró a la habitación tratando de decir algo, miró a su madre sollozando y su padre cerró la puerta.

— ¿Qué sucede aquí?

—No es de tu importancia Alec— dijo Robert.

Pero el miró a su madre.

— ¿Qué sucede madre?

—Solo una discusión mi niño.

Este asintió y suspiró para comenzar a hablar de a lo que había venido.

—Me he enterado que quieres que Jace se vaya de aquí— dijo Alec.

—Ha embarazado a aquella mocosa— musitó Maryse.

—Es mejor, aquí habrá peor problemas si ella se queda, y tu hermano ha elegido— siguió Robert.

Alec comenzó a negar.

—No pueden hacer esto, es Jace, mi hermano, no puedo dejar que se vaya— dijo Alec— está a punto de formar una familia, nosotros como su familia, ustedes como sus padres, debemos ayudarlo, tiene diecisiete años recién.

Maryse Suspiró, vio como su padre había comenzado a negar mientras se llevaba su mano a su frente, como si estuviera cansado de todo.

—Jace es adoptado— continuó Maryse— es hijo de una amiga de la familia, Cecily que murió cuando su pareja murió, no somos los padres de Jace y tú lo sabes.

Alec no supo que decir, nunca había pensando o se le había cruzado por la cabeza que su madre dijera eso con tanta rudeza, eran familias.

— ¿Y ahora lo quieres echar como si su trabajo terminará aquí mismo?— preguntó molestó Alec.

Sus padres lo miraron ofendido.

—No es así— dijo Robert.

—Es un Lightwood, es de la familia y lo apoyaremos en esta etapa— musitó Alec.

El lugar comenzó a sentirse tenso.

—No aceptaremos mientras esté con esa chica— dijo Maryse.

—Si ustedes no dejan que los dos se queden y vivan en paz aquí, yo me iré de aquí, y la muchacha está tendrá que ir a buscar otra pareja, y ustedes a otra persona para tener sus herederos.

Los dos adultos lo miraron sorprendido.

— ¿Qué dices?— preguntó Robert.

Alec no le dio tiempo a continuar que salió casi corriendo sintiendo como su corazón latía con rapidez, había enfrentado a sus padres y se sentía bien.

Destinado. •Malec•Where stories live. Discover now