(33)

891 94 33
                                    

EXTRA

Simón estaba corriendo fuera del lugar tomado de la mano y siendo guiado por Raphael, el chico que se había cruzado en su vida una noche en la habitación de su jefe Lightwood y después de tantos encuentros le había pedido una cita, aún era tan difícil de creer, alguien que después de contarle que su marca animal era una cola seguía a su lado era de una persona que en verdad valía la pena.

— ¿A dónde vamos Raphael?

Aún se acordaba cuando después de esa noche todo había cambiado, al día siguiente Raphael había aparecido en su forma animal en su habitación y habían estado conversando por algunas horas, el chico se había mostrado interesado de su vida, y después los días fueron consecutivos, aparecía, lo ayudaba en sus tareas de compras y siempre estaba comprándole algo a pesar de que Simón se negara a ello. Raphael tenía plata y el no, a veces le daba pena de no poder comprarle algo.

Pero el chico le había dejado en claro que con unos ratos de su compañía era recompensa de sus compras materiales, y Simón sonreía por ello.

Alexander le había dado a él el pago después de esa ayuda y Simón lo agradecía, porque cuando había aparecido había arruinado su confesión que iba a hacerle al moreno, quería un beso cual no habían tenido con Raphael, según él estaba esperando el momento y el estaba ansioso por tenerlo.

—Al cine ¿No te acuerdas que dijiste que querías ver una película, pero que no tenías plata?

Los dos comenzaron a caminar después de estar lejos del salón, se sacaron las máscaras y se miraron con una sonrisa para después seguir mirando al camino, de pasada Simón había pasado por la casa Lightwood para cambiarse. Simón era el que más se sonrojaba teniendo inconveniente para mirar por la vergüenza al chico moreno, no había tenido una pareja o romance por su marca de animal y después llegaba Raphael y parecía un sueño.

—No tienes porque hacerlo.

Raphael le sonrió dejándole un beso en la frente pasando su mano por su hombros recibiendo una de las manos de Simón, este estaba contento por lo sucedido, había tenido una vida no muy buena y podía decir que esto, lo que le estaba sucediendo, le gustaba y lo disfrutaría hasta que el momento pasará.

—Todo por ti polluelo.

El cine no quedaba tan lejos, estaban a una cuadra y el comento que estaban compartiendo era íntimo, a Simón le incomodaba un poco, era como sentirse acorralado, no sabía qué hacer ni que decir, Raphael era perfecto y el...

— ¿Sabías que Ana es igual al revés?

Los dos rieron por ello, caminando en silencio hasta la entrada del lugar, una chica sonrió coqueta a Raphael y le pasó dos boletos.

—Ten una buena película con tu hermanito.

Simón se quedó mirándolo molesta, podía estar vestido un poco infantil ya que se había cambiado porque no se sentía cómodo con el traje de Magnus y comportarse como un niño, pero no era su hermano.

—Soy su novio— respondió Simón molesto.

La chica se quedó mirándolo sorprendida y después sonrió.

—Lo siento.

Raphael quien estaba sintiéndose incómodo por la situación agarró de la mano de Simón, compró comida y entraron a su lugar correspondido, decidieron por los últimos bancos, donde los niños que lloraría más adelante no pudiera aturdirlos y los que daban spoiler interrumpieran.

— ¿Sabías que los últimos bancos son para las parejas que quieren intimida?

Raphael se acercó a él abrazándolo.

—Que inteligente ratita.

Simón, quién nunca había hecho nada inapropiado a pesar de su situación comenzó a moverse nervioso en su lugar comenzando a temblar, Raphael quién se había dado cuenta de la situación le dio un beso en su mejilla y sonrió.

—No te pongas nervioso, no te haré nada pequeño, esto es solo para ver una película, la que pediste, hotel Transilvania.

El chico de lentes sonrió y se acomodó en sus brazos y así poder ver la película. Después de eso, la cita fue hacia un puesto de comida rápida, donde Raphael se divirtió viendo comer a Simón para después pedirle ser pareja y llevarlo a la casa de los Lightwood donde el chico le agradeció todo con un beso y una aceptación a su pedido.

Ahora solo faltaba que pudieran conectarse y sus animales se aceptarán.

Destinado. •Malec•Where stories live. Discover now