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Magnus.

Lloraba en silencio en una orilla de la casa de Isabelle, cuando había llegado se había dado cuenta que no era una broma, que Alexander si había sido secuestrado y Merliot lo había visto todo aunque no pudo hablar más de dos palabras "Lidya y Alexander", después de eso había quedado en shock con una venda rodeando en su cabeza por un golpe que recibió, todos en esa casa estaban llamando por sus celulares, buscando su localización, mientras que Magnus solo se movía en esa esquina, de adelante y hacia atrás, rezando en voz baja por la seguridad de su gatito, Jonathan venía de vez en cuando a tocarle el hombro y preguntarle si estaba bien, pero él también participaba en llamadas para localizarlo así que estaba solo unos momentos.

— ¡Yo sé cómo localizarlo!

Entre el medio de aquel desastre en aquella casa, todos callaron cuando por la puerta Luke y Joselyn aparecieron con un celular en su mano en lo alto, Isabelle se acercó de inmediato mientras Clarissa iba entre lágrimas a abrazar a Luke por lo que estaba sucediendo, en cambio Magnus solo esperaba que dijeran donde estaba su chico ojiazul para correr en su búsqueda.

—Cuando supimos de Alexander, nos acordamos cuando Magnus negó nuestro regalo y se lo dio al chico Lightwood, dentro de ese collar había un chip, lo habíamos puesto para poder controlarlo y no tener algún percance con Magnus— confesó Joselyn— y Valentine tiene un también, lo siento Jace y Isabelle, pero no confiamos en sus padres.

Magnus se paró y se acercó tomando de los hombros de aquella mujer, con la que trabaja desde hace unos años, con la que tenían un gran cariño, si le hubiesen dicho antes que tenían lo del chip se hubiera enojado mucho, pero ahora tenía ganas de besarle por aquello y decirle lo tanto que le quería.

—Dime donde esta— suplicó Magnus— por favor.

Jonathan tomó el celular de la mano de su madre y le dio una ojeada rápida hasta soltar el aparato mirándoles confundidos a todos, pero no demoró en decir la ubicación cuando vio la cara de todos esperando que hablara.

—Está en la capilla de los silenciosos.

Magnus agarró las llaves de la mesa ratonera donde Jace tenía la de su auto y corrió subiendo a este y arrancando, antes de irse entraron el rubio y Jonathan dentro como refuerzo, y así se pusieron en marcha hacia el lugar, no quería imaginar lo que Lidya podría estar haciendo con Alexander, ni quería pensar porque estaban ahí, en esa capilla, al parecer no le había quedado en claro que esa farsa que tenían ya no existían, que no quería tenerle cerca. Condujo con rapidez, unas que otras veces esquivando a suerte a los autos, hasta que llegaron.

— ¿Qué hace Maryse aquí?— preguntó Jonathan— Estuvimos en su casa hace un rato.

—Porque ella es una de las principales personas que está metida en esto— musitó Jace.

Los tres bajaron, viendo como el auto de Luke llegaba a su lado, Clarissa no estaba por su bienestar se embarazo y Merliot también se había quedado porque estaba herido, de ahí en más todos estaban bajando y caminaban hacia dentro de la capilla esperando que no hubiesen llegado tarde, el primero en pasar fue Jace, quien parecía molesto y con ganas de golpear a alguien, después entró el que solo quería ver a su Alexander bien y poder sacarlo de ahí.

— ¡Paren está ridiculez!— grito Jace.

Llamando la atención de las cinco persona que estaban ahí dentro, Alexander se escapó de donde estaba y corrió hasta sus brazos haciendo que el moreno le abrazará con todos los nervios acumulados, susurrando que ya estaban juntos y apretándolo con fuerza para que nadie fuera capaz de separarlo otra vez, no quería estar lejos nunca más de él.

Destinado. •Malec•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora